Tanto para los conserveros del Cantábrico, así como para una alta población consumidora de las mejores anchoas gourmet de esta área, resulta un verdadero problema la disminución de los bocartes de gran tamaño, cuya reproducción y maduración de los mismos ha venido descendiendo como consecuencia del alto índice de pesca que de acuerdo a datos revelados ya en varias ruedas de prensa en Cantabria, éste se encuentra en el 18% de permisos otorgados.
Este aumento pronunciado en el caladero del Cantábrico asoma la posibilidad de obtener entre un corto y mediano periodo anchoas muy pequeñas, en relación a las que ya están acostumbrados a pescar y procesar las mejores empresas conserveras de Santoña y que ya cuentan con una clientela de preferencia.
No obstante, importantes conserveras del Cantábrico, como Conservas Codesa, Conservas Angelachu, Conservas Catalina, Conservas Juanjo, Conservas Ana Maria y otras aún no muestran preocupación en cuanto al producto a ofrecer al mercado, por ahora, ya que todavía trabajan con anchoas de la temporada pasada, sin embargo, consideran que es fundamental tomar medidas inmediatas sobre la pesca descontrolada que impide el crecimiento de los bocartes. De ahí, que una de las posibilidades a tomar como estrategia para seguir manteniendo un ritmo de pesca adecuado y por consiguiente seguir llevando a los consumidores un producto de buena calidad, sería el de trasladar las embarcaciones hacia donde han emigrado las anchoas adultas y de mayor tamaño.
Mientras las conserveras trabajan con materia prima, se prevé que científicos expertos en el tema analicen diversas posibilidades en el cual se permita la conservación del ecosistema de las anchoas, así como también puedan continuar con la actividad de la pesca, pero sin interferir en el proceso de reproducción y maduración de estos peces tan importantes para el medio comercial como alimenticio de la población propia y visitante al Cantábrico que consume las anchoas grandes y envasadas de manera tradicional, debido a la técnica de la pesca, salazón, sobado y demás tratamiento que reciben los bocartes previo a ser procesados en aceite de oliva para su expendio y consumo.
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