Es verdad que son parecidos. Ambos son crustáceos decápodos, porque tienen diez patas, y sus cuerpos se dividen en cefalotórax y abdomen, además de contener dos antenas en la zona del cabezal. Pero estas son las únicas similitudes que comparten. Todo lo demás, es diferencia.
Diferentes familias
En principio, las langostas y los bogavantes pertenecen a diferentes familias de crustáceos. Mientras que la langosta europea pertenece a la familia de los Palinúridos, el bogavante europeo corresponde a la familia de los Nefrópidos.
Diferencias físicas
Físicamente, también se distinguen. La langosta presenta un color rojizo, tiene dos largas y gruesas antenas en la cabeza, y sus patas delanteras terminan en pinzas tan pequeñas que apenas se diferencian del resto de las patas.
En cambio, el bogavante es de color más oscuro (incluso, en el caso del bogavante europeo, a veces adquiere tonos azulados), sus antenas no son tan llamativas como las de la langosta, pero las terminaciones de las patas cobran la forma de grandes y fuertes pinzas, inconfundibles con las pinzas de una langosta; además, las pinzas del bogavante son diferentes entre sí, ya que cada una cumple una función diferente: una desgarra y la otra tritura.
Los colores se aprecian con mayor claridad cuando los animales están vivos. Después de cocinarlos, ambos presentan el mismo color rojo vivo.
Pero, si las diferencias son tan nítidas, ¿por qué solemos confundirlos?
“Langosta americana”
Existe una especie de bogavante, conocido como bogavante canadiense o americano, que también se denomina “langosta americana”. No es que este crustáceo canadiense sea parecido a la langosta europea, pero muchas veces las traducciones al español simplifican este modismo (“langosta americana”) y, en vez de decir “bogavante”, dicen “langosta”. Tal vez, sería más correcto llamarlo “bogavante canadiense o americano”, que habita en los mares atlánticos del norte de América. Aunque tiene unas pinzas gruesas, similares a las del bogavante europeo, su color no es tan azulado.
Las diferencias de sabor
La langosta se caracteriza por un sabor más bien fino o suave, mientras el sabor del bogavante es intenso, fuerte. De todas maneras, ambos crustáceos son igualmente deliciosos y, en definitiva, sus sabores son bastante parecidos, por lo que las formas de prepararlos son las mismas.
Por ejemplo, podemos preparar bogavantes o langostas a la plancha o con arroz. Ambas recetas les quedan perfectas a los dos crustáceos.
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Bogavante o langosta con arroz
Para preparar esta riquísima y sencilla receta, lo primero que tenemos que hacer es fritar en aceite de oliva dos dientes de ajos, un puerro, una cebolla y un tomate, todo picado, y luego agregar una hoja de laurel.
Cuando las verduras estén blandas, agregamos una copita de jerez seco y esperamos a que se evapore.
Al mismo tiempo, ponemos a hervir el crustáceo en una olla con abundante agua y sal. Debemos incorporarlos luego del primer hervor. Después de quince minutos, lo quitamos del fuego.
Ya fuera del la olla, primero vaciamos la cabeza y después extraemos la carne del caparazón, cortamos las pinzas y la cola. Agregamos el contenido de la cabeza en la sartén con las verduras fritadas, cubrimos con nueve tazas de agua y dejamos cocer todo durante media hora.
Después de media hora, colamos todos los ingredientes hasta que obtenemos un caldo sin impurezas.
En una nueva sartén, agregamos un chorro de aceite, lavamos cuatro tazas de arroz con agua fría (para quitarle el almidón) y fritamos durante unos minutos sin revolver. Agregamos un poco de sal y los condimentos que usemos habitualmente para cocinar arroz.
Luego de unos minutos agregamos el caldo a la sartén con el arroz. Cocinamos durante veinte minutos aproximadamente (si hace falta, agregamos agua caliente). A tres minutos de que el arroz esté listo, incorporamos la cola del crustáceo, previamente cortada en rodajas, y la carne del caparazón y las pinzas (del bogavante).
Antes de servir, dejamos reposar el arroz unos cinco minutos.
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¿Cuál prefieres? ¿Bogavante o langosta?
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Fotografia portada Boca Dorada
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