Un repaso por la historia del vino

El vino es una de las bebidas más antiguas. Se han encontrado pruebas de que, hace más de 7000 años, ya se instalaban viñedos para la producción del vino. Una historia tan extensa debe ser interesante. Veamos cuáles fueron los momentos más importantes de la historia del vino a lo largo de los años.

En primer lugar, podemos decir el vino no podría haber surgido sin la existencia de la uva, una fruta que, por sus propios ciclos naturales, tiende a fermentarse una vez que pasa su tiempo de maduración. Como muchos descubrimientos, este también ocurrió de una manera bastante casual: alguien dejó por olvido las uvas en un recipiente, las dejó allí tanto tiempo que las uvas se pasaron de maduración y comenzaron a fermentarse; más tarde, cuando esa persona recordó que había dejado las uvas en un recipiente, fue a buscarlas y las encontró inmersas en una especie de caldo provocado por la fermentación. Lo más casual de todo es que esa persona se animó a probar ese líquido y descubrió que tenía un sabor delicioso. A partir de este descubrimiento, se comenzó a producir voluntariamente este caldo fermentado y así también se descubrió que la vid presentaba una enorme capacidad de adaptación, lo que permitió la expansión del líquido a lo largo de diferentes territorios, con diferentes tipos de uvas.

El Antiguo Testamento

La referencia explicita más antigua que se ha encontrado en relación al vino pertenece al Antiguo Testamento: "Noé comenzó a labrar la tierra, y plantó una viña; bebió el vino y se embriagó" (Génesis 9-21). Es decir que el vino ya tenía una fuerte presencia en los primeros tiempos de la tradición judeo cristiana. En la Biblia encontramos 200 referencias al vino.

Grecia y Roma

Ya en el mundo Clásico, el vino también cobró una presencia importante. En los relatos de Homero encontramos descripciones de algunos de los de los vinos cultivados en el norte de Grecia, elaborados con uva moscatel. Eran vinos “dulces como la miel” y abundaban en las fiestas organizadas en honor a Dios. En el mundo clásico, el vino se asociaba con el amor y el disfrute carnal, pero también con la tranquilidad, el descanso y el alivio.

Egipto

Se han encontrado vasijas de vino del antiguo Egipto. Estas vasijas se encontraban etiquetadas con el nombre del productor, del viñedo y del año de elaboración. La calidad del vino fue una preocupación que surgió junto con la creación de la bebida.

El cristianismo

Después de la caída del Imperio Romano, los monjes cristianos de Europa quedaron a cargo del desarrollo de la viticultura y también de la enología. Ellos pusieron mucho esfuerzo y dedicación en la mejora de los sistemas de elaboración del vino, utilizando los viñedos que habían heredados de los romanos.

Edad Media: periodo de expansión

El comercio surge en la Edad Media. Más tarde, con la llegada de la Modernidad y de su sistema de producción capitalista, el comercio se desarrollará a gran escala. Pero todo comienza en la época medieval. En aquél momento, España, Italia y Francia fueron los grandes productores y exportadores de vino. El hombre medieval consumía vino de manera habitual, no sólo por su sabor y por los efectos que el alcohol podía provocarle, sino porque se consideraba una bebida necesaria, debido a su aporte calórico.

El surgimiento de la burguesía

Los burgueses expandieron el comercio. Aumentaban sus riquezas mientras desaparecían los viejos feudales y las ciudades se engrandecían. La demanda de vinos comenzó a crecer y, por lo tanto, las exigencias de calidad y la diversidad de precios también lograron imponerse. El comercio de vino se expandió tanto que se produjo una fuerte división entre las grandes casas productoras de vinos y los pequeños productores de granel.

Versatilidad del vino

El vino no sólo puede adquirir diferentes formas y sabores de acuerdo a los tipos de uvas utilizadas y a los métodos de elaboración. La mayor versatilidad del vino se encuentra relacionada con su capacidad de integrarse en lo más íntimo de cada cultura, ya que adquiere las características propias de cada una, convirtiéndose en el símbolo de aquellos que nos hace propios o pertenecientes a una determinada comunidad.  

España

España representa para el mundo un lugar emblemático en la producción de vino. La Rioja fue la primera región española donde se comenzó a embotellar el vino, y esto ocurrió en pleno siglo XIX. El embotellado del vino consiguió hacer a un lado a los vinos transportados en granel, ya que el transporte de vino en botellas aumentó notablemente su calidad.

En la actualidad

Hoy en día muchísimas regiones del mundo producen vinos de enorme calidad. Ha surgido todo un circuito en torno a esta bebida, conformado por profesionales del vino y por adeptos exigentes, que bien saben reconocer cuándo un vino es de buena o mala calidad. Las variedades de vino también se han acrecentado, ya que además de los tradicionales o clásicos vinos tintos y blancos, podemos encontrar vinos espumantes, rosados y más. Las calidades también son extensas: desde los vinos precarios hasta aquellos que son tan buenos que cuentan con sus flamantes sellos otorgados por la Denominación de Origen (DO), que certifica que el vino ha sido producido en la zona donde crecen la materia prima que se utiliza para elaborarlo, además de certificar las excelentes condiciones profesionales y tecnológicas con las que se elabora.

Reconocer un buen vino

Para conocer y reconocer los mejores vinos del mundo no tienes más que probarlos. No parece una tarea tan tediosa, si sabes disfrutar de los buenos vinos. En otro momento, no tendrías más alternativa que viajar por el mundo para degustarlos, pero con la expansión del comercio puedes adquirir los vinos del mundo en las mejores tiendas de España.

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 DOCUMENTAL DE LA HISTORIA DEL VINO

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