Buena costera del bocarte en 2017, mejores anchoas en 2018

En tan sólo dos días, las lonjas de Santoña y Laredo han subastado prácticamente todo lo que se ha capturado en lo que va de costera. Las partidas están siendo de mayor calidad y mejor precio. Se augura un excelente 2018 en la industria de las anchoas cantábricas, aunque ya comienza a valorarse este prometedor futuro inmediato.

Costera 2017

Después de días tranquilos, casi sin nada que hacer, las flotas lograron capturar unos 480.000 kilos de bocarte, casi de golpe. Los, prácticamente, cincuenta mil kilos de bocarte se vendieron en dos días, apenas  llegaron a la costa cantábrica. Los pescadores aseguran que el tamaño de las capturas resulta más adecuado para las conserveras y también son mejor pagadas; además sostienen que estas capturas son una excelente señal, ya que, hasta abril, la costera 2017 no venía demasiado bien, sobre todo en cuanto al tamaño de las capturas. En tan sólo un  día se despacharon 26 barcos con bocartes, en los muelles de los puertos de Santoña y Laredo, los principales de la región.

Hacia un futuro que promete porque, hasta ahora, las capturas habían sido irregulares, a veces venían en muchas y buenas cantidades pero muchas veces eran pequeñas y escasas. En vísperas de Semana Santa ya se percibió un gran inicio de temporada, pero ahora es posible constatar que ese ritmo no se quedó en el impulso: buen bocarte y en grandes cantidades, sus tamaños son perfectos.

480.000 kilos de bocarte vendidos en dos días

En la lonja de Santoña se subastaron 170.000 kilos, en la de Laredo se subastaron 260.000 y en el puerto de Colindres, los 50.000 restantes.

De lo que se vendió en Laredo, la mayoría de la captura fue catalogada como "de tamaño bueno": buenas partidas de bocartes de entre 30 y 40 granos y abundando la pesca de 30/35 granos. El precio medio estuvo en 2.50 euros el kilo. Del total de lo subastado en Santoña, más de la mitad correspondía a bocarte menor de 36 piezas en kilo, que se cotizó a 3,19 euros de media; los 44.500 kilos restantes fueron clasificados como de más de 36 granos y se pagó a una media de 1.90 euros el kilo.

Si bien la cantidad de bocarte capturado fue recibida con mucho entusiasmo, lo que más se destacó fue la calidad, porque es fundamental que el tamaño sea grande.

Momento histórico

Por todo esto, parece que la semana del 8 al 12 de mayo será para recordar. Conserveros y pescadores no dejan de elogiar las capturas de bocarte que se desembarcaron durante la pasada semana en los puertos de la región, cuando las lonjas se llenaron de un género extraordinario y cuya calidad se hará visible en la anchoa cantábrica que salga al mercado en el 2018. El 8 de mayo, un inmenso banco de bocarte maduro apareció frente a Guetaria (Guipúzcoa), y rápidamente zarparon los barcos hasta dar con la punta de ese banco, que ya recorría el Cantábrico hacia el oeste. Enseguida, otras flotas abandonaron lo más profundo del Golfo de Vizcaya, donde faenaban, y empezaron la persecución. Después de cuatro días intensos en la mar, en los muelles y en las lonjas, los barcos consiguieron una enorme cantidad de pesca. Cuando llegaron a tierra firme, sorprendieron con la calidad y la cantidad de las capturas: un bocarte de buen lomo y buena talla.

La calidad se cotiza bien…

Por eso, las pujas llegaron hasta rozar los nueve euros el kilo para algunas partidas con bocartes de 25/27 granos. El precio más alto abonado en Santoña ese semana fue de 8.90 euros el kilo. En Laredo, la media estuvo en los 2.75 euros. Con una semana así, las empresas de conserva han tenido ocasión de reponer su almacenaje con género de gran calidad.

Tomando como referencia los puertos de Santoña y Laredo, el bocarte subastado en sus lonjas del 8 al 12 de mayo alcanzó los 1.365.696 kilos (560.000 se desembarcaron en el puerto pejino y los otros 805.000 en los muelles santoñeses). Los entendidos estiman que casi todo el género puesto a la venta fue de menos de 35 granos, y que en torno a 300.000 kilos correspondieron a partidas que rozaban la excelencia, con piezas de menos de 30 granos. Son cifras extraordinarias, justamente, porque la cantidad y la calidad también lo son.

¿Qué pasó con ese extraordinario banco de bocartes?

Los barcos que estuvieron faenando el bocarte, durante cuatro días seguidos, prácticamente sin respiro, hasta cerca de San Vicente, regresaron el viernes a los puertos para descansar durante el fin de semana. Cuando volvieron al mar, el lunes por la madrugada, ya no encontraron rastro de los bancos. Es que los bocartes son peces pelágicos, abismales, oceánicos, y por esa razón, en esos breves días de descanso que tuvieron los pescadores, ellos regresaron a las profundidades, frente a las costas asturianas. Las flotas enfilaron hacia ese rumbo pero, al llegar, ya encontraron unos bocartes pequeños y escasos.

Pero el fin de la historia no es este. Como sucede en los mejores relatos, siempre terminan un poquito antes del punto final. El año que viene probaremos unas de las mejores anchoas cantábricas que hayamos conocido, y eso que tal vez ya creíamos que no podían superarse en calidad… Si hubo una buena costera del bocarte 2017, las anchoas del 2018 serán las mejores.

De momento tendremos que esperar al año que viene para probar estas exquisitas anchoas, pero ¿por qué no ir cogiendo el gusto con las de la anterior costera?

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