Cada vez que cocinamos carne asada, sabemos que existen dos claves fundamentales para conseguir un resultado exitoso: utilizar los mejores ingredientes y cocinar el plato con tiempo, paciencia y amor… Aquí te dejamos una receta sencilla y efectiva para que prepares cabrito al horno.
Para cocinar el cabrito al horno o asado puedes elegir la paletilla o la pierna. La paletilla es más pequeña y tiene menos carne pero, como la carne se encuentra adherida al hueso, presenta un sabor realmente exquisito. De todas formas, ambas piezas son perfectas.
Ahora te enseñaremos una buena forma de cocinar cabrito al horno. Ponla en práctica y, si quieres, después nos cuentas cómo te ha salido. Aunque podemos preparar un buen cabrito asado con tan sólo un poco de agua y sal, también podemos experimentar un poco más y cocinar algo delicioso sin salirnos de los parámetros tradicionales de la receta. Por ejemplo, un toque de hierbas le proveerán un sabor y un aroma sutil pero determinante a la vez. El romero y el tomillo son excelentes para esta carne asada, cuya técnica es tan sencilla que se convierte en una receta ideal para quienes todavía no han adquirido experiencia.
Receta de cabrito al horno en 120 minutos, para ocho comensales:
Ingredientes
- Un cabrito de unos 4 kilogramos o cuatro paletillas de cabrito lechal.
- Un vaso de agua.
- Un vaso de vino blanco.
- 70 gramos de manteca de cerdo.
- Dos dientes de ajo.
- Hierbas aromáticas: tomillo y romero fresco.
- Sal.
- Manteca de cerdo.
- Agua.
Elaboración
Lo primero que debes hacer es comenzar a preparar el aderezo para condimentar el cabrito. Para ello, la noche anterior a asarlo prepara un majado de tomillo y romero frescos, ajo y manteca de cerdo. Si puedes, prepáralo en el mortero y llénalo con estos ingredientes hasta la mitad. Luego impregna el cabrito con esta mezcla, puedes hacerlo con un pincel de cocina o directamente con la mano. Una vez que hayas cubierto toda la pieza con la mezcla aromática, envuélvela en papel film y guárdala en la heladera hasta el día siguiente.
Precalienta el horno a una alta temperatura, alrededor de 250°, durante diez minutos. De esta manera, el cabrito no tendrá que cocinarse durante un lento proceso que comience desde el frío para llegar al calor.
Al momento de asar el cabrito, quítalo de la nevera y sécalo bien por ambos lados. Coloca el cabrito en una cazuela de barro o de cerámica. Pero si lo cocinas entero agrégalo directamente a la bandeja del horno, sin pasarlo por una cazuela. Cuando lo metas en el horno, fíjate que la parte interior mire hacia arriba. Si sobresale un poco de la bandeja, no importa, ya que durante la cocción se reducirá el tamaño del cabrito.
Ahora bien, si no vas a cocinar el cabrito entero pero tampoco dispones de una bandeja de barro o cerámica, puedes cocinarlo en un recipiente de metal, aunque te convendrá agregar un poco de manteca en el agua que echarás en la fuente, para que esa agua se evapore más lentamente y no tengas necesidad de reponerla.
Las piezas del cabrito deben encontrarse bien distribuidas en la bandeja. Cuando ya tengas lista la bandeja, baja la temperatura del horno unos diez grados, de 180° C a 170° C, y luego vierte un vaso de agua y un poco de vino blanco en la base de la cazuela o bandeja de horno. Recuerda que si la bandeja es de metal, además de estos dos líquidos, debes agregar un poco de manteca de cerdo.
Poco a poco, el cabrito asado comenzará a soltar todo su jugo sobre el agua y entonces se formará la salsa. Si tienes un cabrito de cuatro kilos, la cocción en horno se prolongará durante una hora y cuarenta minutos aproximadamente.
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A los veinte minutos, abre la puerta del horno para hidratar la carne con la propia salsa que va formándose. También fíjate si no hace falta agregar un poco de agua para que el cabrito no se seque demasiado. A los cuarenta minutos de horneado, da vuelta la pieza y coloca la parte exterior hacia arriba; sube la temperatura a 190° C y riega la carne con salsa. En los últimos diez minutos de cocción, sube el horno a 220° C para que la o las piezas del cabrito se doren por ambos lados.
Como guarnición para el cabrito asado, puedes preparar unas patatas o una ensalada de lechuga romana con cebolleta fresca y tomate. Para preparar las patatas, sólo tienes que freírlas en una sartén hasta que se doren y luego escurrirlas en un colador y salpimentarlas.
Es mejor que arranques a cocinar el cabrito temprano, ya que los tiempos que te hemos dado aquí son aproximados. Sólo sabrás durante el proceso de cocción cuánto te demora tener el cabrito lechal listo. Para saber si ya está cocinado, puedes pinchar la carne con una aguja o brocheta de madera: si ofrece resistencia, déjala otros diez minutos en el horno; en cambio, si la aguja o brocheta se introduce con facilidad, quiere decir que el cabrito ya está a punto.
Al retirarlo del horno, déjalo reposar unos cinco minutos mientras se reduce la salsa que se ha formado en la bandeja. Luego puedes poner la salsa en un cazo aparte.
Prueba esta receta de cabrito al horno y cuéntanos cómo te ha salido. Recuerda que la calidad de los ingredientes también es fundamental para la elaboración del plato.
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