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Luce la mejor piel con una buena alimentación

Posté sur9 Années auparavant
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A partir de los treinta, la alimentación debe organizarse en función de la salud, más que de los gustos. Desde este momento, el cuerpo nos hará notar que ya no podemos comer pizza cuatro, cinco, seis veces por semana, no sólo porque vamos a engordar más rápido que antes, sino porque nuestra piel tampoco va a dejarnos pasar nuestras malas conductas alimentarias.

 

Debemos enfocar nuestra nutrición en la salud y en la prevención de enfermedades. Pero ¿cómo? Incorporar a nuestra vida corriente una dieta variada, sana y equilibrada, de acuerdo a nuestra edad, sexo, peso y actividad física.   

 

Ya pasados los cuarenta, comenzamos a percibir ciertos cambios fisiológicos todavía más nítidos que los experimentados a los treinta. Suena terrible, pero en realidad todo suele presentarse bastante sutil y natural. Tendemos a darnos cuenta de estos cambios cuando nos miramos en las fotos. Pero, igual, aunque sean sutiles, estos cambios aparecen tanto dentro como fuera del cuerpo. En primer lugar, notamos que aumentamos de peso porque aumenta nuestra masa corporal; por lo tanto, si no nos cuidamos, corremos riesgos de volvernos obesos o diabéticos o sufrir enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, colesterol, dolencias digestivas, etcétera.

 

Para acompañar el envejecimiento natural de nuestro organismo, para no adelantarlo, no deteriorarlo antes de tiempo, nos conviene organizar los hábitos alimenticios alrededor de las siguientes pautas básicas:

  1. Optar por los alimentos que favorecen los procesos digestivos, de depuración y limpieza.
  2. En realidad, esta limpieza se logra produciendo una mayor cantidad de orina a través del consumo de líquidos (agua, jugos, caldos, infusiones) y frutas y hortalizas (que en general son diuréticas).
  3. También debemos consumir alimentos que estimulen los procesos de desintoxicación del hígado. Para esto, podemos consumir frutas y hortalizas que aumenten la producción de bilis (alcachofa, berenjena, manzana, rábano, uva, níspero, plátano, fresa).
  4. Evitar el estreñimiento causado por el consumo de vegetales y frutas como la uva, la naranja, la mandarina o la granadilla.
  5. Reducir o eliminar el consumo de sustancias tóxicas como el tabaco y el alcohol, entre otras. 
  6. Consumir diariamente alimentos antioxidantes (vegetales y frutas).
  7. Realizar ejercicio físico.
  8. Comer despacio, de manera tranquila. Si estamos ansiosos, furiosos, nerviosos, mejor primero relajarnos unos segundos y después sentarnos a comer. Comer de pie no es recomendable, debemos sentarnos a la mesa para poder comer bien.
  9. Organizar nuestras comidas en tres momentos principales: desayuno, almuerzo y cena.
  10. Masticar bien los alimentos para aprovechar todas las sustancias y nutrientes, y para no atragantarnos…
  11. No consumir demasiados dulces. Estos alimentos aportan muchas calorías.
  12. Tampoco tenemos que abusar de la sal, ni del aceite, ni de la grasa, ni de las conservas, ni de los embutidos.
  13. Tomar, al menos, dos litros de agua por día. Así mantendremos el cuerpo y la piel bien hidratados y favoreceremos el trabajo de nuestros riñones.

 

¿Qué debemos comer para cuidar la estética y la salud de nuestra piel?

A veces notamos que nuestra piel, sobre todo facial, luce opaca o grasosa o parece manchada. Además de incorporar las pautas alimentarias a nuestra rutina diaria, y de garantizarnos ciertos cuidados básicos, sobre todo cuando cruzamos la línea de los cuarenta, podemos recurrir a ciertas formas seguras de mejorar nuestra piel en unos pocos días. Algunos alimentos pueden corregir ciertos aspectos superficiales de la piel, como las manchas o el acné. ¿Cuáles son estos alimentos?

1. El tomate favorece la eliminación de toxinas concentradas en la piel. Esta fruta posee un componente antioxidante, llamado licopeno, que protege la piel del daño que puedan provocarle los rayos solares. No sólo resulta efectivo comerlo, también podemos cortarlo en rodajas y simplemente colocarlo sobre las zonas quemadas de la piel.

2. El brócoli tiene componentes capaces de producir y estimular el crecimiento de las enzimas que protegen y mejoran la piel

3. El chocolate con mayor cantidad de cacao que de leche genera buenos efectos sobre la piel, además de favorecer el ánimo y el rendimiento.

4. Las carnes rojas magras, cocidas al horno, a la parrilla o hervidas (nunca fritas), también provocan buenos efectos en la piel. La carne roja contiene diferentes sustancias y proteínas que previenen el desarrollo del acné, pero además aporta aminoácidos, glicina y prolina, es decir, compuestos que producen colágeno en la piel y mejoran su estado y salud en general. Los efectos sobre la piel generados por el consumo de pescado, queso, lentejas y porotos son comparables a los de las carnes rojas.

5. El aceite de oliva y las semillas de lino contienen ácido graso omega 3, que ayuda a combatir la sequedad de la piel y también reduce la aparición de arrugas.

 

Además de los diferentes alimentos que podemos consumir para que nuestra piel luzca y se encuentre sana, también es importante entender algunas cuestiones:

1. Tenemos que dormir. Dormir es una necesidad básica, tan básica como alimentarnos y tomar agua. Algunas personas tienen serios problemas con el sueño, problemas más bien personales, íntimos, ellas y el sueño cara a cara (trastornos del sueño), entonces a esas personas no podemos decirles simplemente que duerman bien. No es tan sencillo. Pero para quienes no padecen ninguna complicación al momento de dormirse o despertarse, dormir al menos siete horas por noche es fundamental para la piel, para la psiquis, para el rendimiento y los estados de ánimo. 

2. La actividad física no sólo es importante para contrarrestar la acumulación de grasas, fortalecer los músculos, dar elasticidad al cuerpo, favorecer la circulación sanguínea y demás, sino que necesitamos hacer ejercicio físico para enfrentar un estado muy dañino para la piel y la salud en general que se llama estrés.   

3. Algo importante: limpiar y cuidar nuestra piel, hidratarla por la mañana y por la noche. Usaremos protectores solares cuando nos encontremos con el sol y, si nos gusta maquillarnos, mejor no ir a dormirnos con el maquillaje todavía puesto, mejor quitarlo, aunque nos dé pereza.

 

 

¿Cuentas con algún otro consejo acerca de cómo cuidar nuestra piel?

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