Cómo conservar el café molido una vez abierto

Un consumidor que conoce de café, sabe que este se debe consumir recién preparado, porque así la bebida conserva muchos aromas volátiles que tienden a perderse en corto tiempo, sobre todo a partir de que abrimos el paquete cuando consumimos el café molido por primera vez. Por esta razón siempre es mejor beberlo cuando está recién preparado y tomarlo tan pronto como sea posible., ya que el café se deteriora cuando se guarda por más de una hora. Algo que nunca debemos hacer si disfrutamos del buen café es recalentarlo o hervirlo.

Algunas de las cuestiones que debemos tener en cuenta para mantener la frescura del café preparado son la temperatura y las condiciones en que se tiene el café después de su infusión. En cuanto a la temperatura, debemos mantenerla uniforme, entre 80° C y 85° C, y en un recipiente cerrado herméticamente, sin aplicación de calor directo, para permitir que el café mantenga todo su placentero sabor.

Es cierto que la temperatura de servido es cuestión de gusto personal, pero de todas maneras se aconseja servir la bebida en el rango de temperatura promedio para bebidas calientes: de 70° C a 80° C. Así se conserva todo su aroma y sabor.

En cuanto a la conservación, hay que tener en cuenta el mantenimiento del café tostado o molido con que se prepara la bebida. El café se deteriora con facilidad debido al aire, la humedad y el calor, factores que producen su oxidación con el tiempo y también produce la absorción de aromas extraños, externos, invasores del café. Aunque esta bebida tiene una apariencia dura y densa, lo cierto es que se trata de un producto delicado. Por eso, para conservar su calidad es importante recordar lo siguiente:

- Comprar el café en un establecimiento que maneje una adecuada rotación del producto.

- Mantener herméticamente cerrado el producto, evitando su contacto con el aire. Una vez abierto que abrimos el envase, debemos consumirlo en los siguientes días. Así logrará percibir su sabor original.

- Es preferible conservar el café tostado, sin moler.

- Comprar cantidades que se consuman rápidamente. No almacenar por largos periodos de tiempo café tostado y/o molido.

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El café molido y empacado en bolsas normales puede considerarse fresco en los siguientes formatos: cuando está molido, hasta por un mes, y en grano puede considerarse fresco hasta los dos meses, dependiendo de las condiciones donde se almacene. Los lugares con una alta humedad y altas temperatura afectan fuerte y negativamente la calidad del café.

La calidad de los empaques también es clave. Si se utilizan empaques de alta barrera,  con válvula de alivio con atmósfera modificada, puede protegerse el aroma y la frescura del producto por periodos más largos. El  proceso industrial también puede afectar la frescura. En general, un café envasado al vacío podría tener una vida útil de alrededor de 18 meses. Un café liofilizado con condiciones de empaque similares podría tener una vida todavía aún mayor.

Lo importante es que tener en cuenta que una vez abierto el empaque, hay que almacenar el café en recipientes herméticos y en un lugar fresco y seco. Si utilizas  café tostado en grano, basta con moler muela la cantidad que va a tomarse en ese momento. Con la siguiente taza, volveremos a moler otro poco de café.

Sigue estas claves para poder conservar el café molido una vez que hayas abierto el paquete y verás la diferencia. ¡Disfruta de una buena y rica taza de café molido, fresco y en condiciones óptimas!

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