Consejos para conservar el queso

Tal vez si compras pequeñas cantidades no sea un problema para ti. Sin embargo, ¿Qué hacemos cuando compramos cantidades mayores que difícilmente se pueden conservar de forma normal? Tendremos que hacer uso de métodos un tanto más complejos.

Conservar el queso es difícil por sus características

¿Por qué se hará tan complicado conservar el queso? Está claro que no se puede generalizar ya que existen distintos tipos de quesos con características variadas. Mientras algunos pueden pasar meses perfectamente sin dañarse, otros no suelen tolerar más de una semana:

•          Los quesos poco curados difícilmente podrían llegar a durar 15 días. 
•          La pasta azul puede aguantar de uno a dos meses dependiendo del tamaño del queso. 
•          El queso de cabra en un tamaño normal puede durar 1 mes, aunque las porciones grandes alcanzan los 4 meses. 
•          El mejor queso en cuanto a duración es el de oveja, aunque esto dependerá de la dureza de la pasta. 

Ahora bien, lograr que el queso que elijas alcance esta duración dependerá de distintos métodos de conservación. A continuación mencionaremos los más efectivos. 

Usa la temperatura ideal

Cuando necesitas almacenar quesos seguramente contarás con una nevera especial para estos. Es importante que ajustes la temperatura para conservar el queso durante el mayor tiempo posible: 

•          Los quesos de pasta blanda se deben guardar a una temperatura de alrededor de 4°C y 8°C. 
•          Para quesos de pasta dura, lo ideal sería una temperatura de entre 8°C y 15°C. 

Cabe destacar que la temperatura no debe ser muy fría ya que esto solo hace que el queso se vuelva reseco. Además, con excepción de los quesos frescos, es buena idea emplear el cajón de verduras para guardarlos. Así, evitarás que el queso esté expuesto directamente al frío. 

Y claro, bajo ningún concepto debes dejar el queso en una temperatura muy calurosa. El queso suda y esto hace que pierda prácticamente todas las características como el sabor al consumirlo. Por eso, si vives en una zona muy calurosa lo mejor será utilizar una nevera.

Papel Film

Seguramente ya hayas empleado el papel film a la hora de conservar otros alimentos sellándolos. El uso para conservar el queso no se queda atrás, aunque se suele combinar con el envoltorio que se incluye en la compra. El objetivo es evitar que el aire de la nevera toque directamente el pedazo de queso. 

Notarás que si dejas queso expuesto en la nevera este podría desarrollar algunas capas de moho. Eso es precisamente lo que se busca evitar a través del sellado con papel film. 

Recipientes

Claro, si no tienes papel film siempre puedes usar los recipientes herméticos para conservar el queso. Cumplen una función idéntica al papel film, aunque se suele recomendar algo de precaución. No es bueno que el queso esté completamente sellado, ya que se podría producir una fermentación. 

En el fondo del tupper debes colocar un papel absorbente ya que el queso guardado suele eliminar fluidos. Este termina produciendo humedad que surte el efecto de generar moho en el queso. 

Aceite de oliva

¿No lo sabías? El aceite de oliva es un excelente elemento a la hora de conservar el queso también. En estos casos, estamos hablando de una conservación sin el uso de neveras, por lo que puedes dejarlo al natural. 

Solo debes colocar el pedazo de queso en un recipiente y bañarlo en aceite de oliva. Está claro que el sabor del mismo cambiará, pero podrás conservarlo incluso en situaciones extremas.

Quesera de cristal

El uso de quesera de cristal es una buena opción aunque es difícil evitar la formación de moho. Para esto, se suele colocar un poco de arroz en el interior de la quesera. Así, este se encargará de absorber la humedad y de esta manera evitar la formación de moho. 

Si estás guardando tu queso en una quesera de cristal y aparece algo de moho no te preocupes. Es algo completamente natural y bastará con cortar el pedazo donde este se encuentra para poder consumirlo.

Otros cuidados

Como podemos ver, conservar el queso puede hacerse de distintas maneras, incluso sin el uso de neveras. Lo importante es prestar atención a los cuidados, entre los cuales también podemos destacar: 

•          Nunca congeles el queso, ya que esto afecta tanto al sabor como a la textura. Notarás que los quesos congelados se desintegran fácilmente y esto dificulta cortarlos. 
•          Trata de dejar el queso durante unos 20 minutos fuera de la nevera antes de comerlo. Esto permite que el sabor real del queso vuelva, ya que este se pierde en la refrigeración. 

Tanto si eres amante de este alimento como si trabajas con él, es importante contar con las mejores técnicas para conservar el queso. Además, si tienes acceso a los mejores quesos cerca de ti, notarás que este es mucho más duradero que otras opciones. 

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