El azafrán es una especia obtenida de los estigmas de la flor de “Crocus sativus”, una planta que crece hasta alcanzar poco más de
Incluso, ha llegado a denominarse como “oro rojo”, y su valor es cinco veces mayor al de la vainilla y treinta veces mayor al del cardamomo. El azafrán posee un sabor amargo, una fragancia similar al heno, y también unas notas ligeramente metálicas. El azafrán se ha utilizado tanto como condimento, fragancia, tinte y como fármaco contra algunas enfermedades. Se sabe que es nativo del sudoeste de Asia, pero que fue cultivado inicialmente en Grecia.
Una de las especias más comercializadas a nivel nacional, y de las más utilizadas en las cocinas profesionales. ¡Ahora a un sólo click de ti!
Orígenes del azafrán
El azafrán fue documentado por primera vez en el siglo VII a. C. por botánicos asirios. Desde entonces, la documentación del uso del azafrán se conoce por un intervalo de 4000 años, periodo en el que se incluye como aplicación el tratamiento de aproximadamente noventa enfermedades. Con el tiempo, el azafrán se fue expandiendo lentamente a través de Eurasia, alcanzando posteriormente partes del Norte de África, Norte de América y Oceanía.
Entre los siglos XVIII a. C. hasta el siglo III d. C, durante el periodo grecorromano, el azafrán jugó un importante papel. En la cultura griega, la recolección del azafrán empezó a retratarse en los frescos palaciegos de la Creta minoica. En estas ilustraciones, puede verse a dos jóvenes que, junto con monos, recolectan las flores cuidadosamente. Uno de estos frescos se encuentra localizado en el edificio "Xeste 3", en Akrotiri, sobre la isla griega de Santorini (conocida por los antiguos griegos como Thera). Los frescos de "Xeste 3" han sido datados en el período que comprende 1600-
La leyenda más conocida en la cultura griega antigua que tenía al azafrán como elemento principal es la tragedia de Crocus y Smilax, narrada por Ovidio: el joven y bello Crocus se pone en marcha para perseguir a la ninfa Smilax en los bosques cercanos de Atenas, a quien encuentra y, luego de un tiempo de felicidad, Smilax empieza a cansarse de Crocus, lo que aumenta el deseo de Crocus de agradarle, tanto quiere gustarle que acepta ser transformado por los dioses en una flor de colores radiantes como símbolo de la pasión por la bella ninfa Smilax. La tragedia acerca de la especia fue retratada por Ovidio.
Las culturas que vivían en el antiguo mediterráneo empleaban el azafrán recolectado en la ciudad costera de Cilicia, denominada Soli, y era considerada como la más valiosa, sobre todo en el uso de perfumes y cosméticos. En la parte más tardía del Periodo Ptolemaico, Cleopatra empleó un cuarto de taza de azafrán en sus baños calientes debido a sus propiedades colorantes y cosméticas. Lo empleaba antes de los encuentros palaciegos en la creencia de que el azafrán tendría un efecto más agradable. Los médicos egipcios emplearon el azafrán como tratamiento de una variedad de enfermedades gastrointestinales.
En la antigua Persia, el azafrán fue cultivado en Derbena y Isfahán, en el siglo X. Se han encontrado hilos de azafrán en el entretejido de algunas alfombras y objetos funerarios que datan de esta época. También fue empleado como parte del ritual de ofrenda a los dioses y como un colorante que proporciona un fuerte amarillo, además de como perfume y medicamento. Además se disolvía en madera de sándalo junto con agua para ser empleado como agente limpiador de la piel y poder soportar el abrasador sol de Persia Posteriormente, el azafrán persa fue empleado con cierto hábito por Alejandro Magno y sus tropas durante las campañas sobre Asia. Lo utilizaban para la elaboración de sus tés y en los platos con arroz. Alejandro Magno lo empleaba directamente en el agua caliente del baño, ya que se creía que sanaba las heridas de guerra.
Las descripciones acerca de la llegada del azafrán a Asia meridional y Asia central difieren un poco, ya que una primera teoría menciona que los primeros contactos con la especia fueron las diversas expediciones persas a la zona. Los defensores de esta teoría sugieren que el azafrán se extendió primero sobre la India, gracias a los continuados viajes de los persas y a la exportación de sus costumbres estéticas de preparación y cultivo de jardines y parques. En todo caso, la primera cosecha debió ocurrir en algún momento antes del
Por otra parte, existe una leyenda tradicional de Cachemira que indica que el azafrán llegó por primera vez en el intervalo que va desde el siglo XI hasta el siglo XII, cuando dos extranjeros ambulantes ascetas del sufí vagaban por Cachemira. Los extranjeros, enfermos, suplicaron una curación para la enfermedad a un cacique tribal local, que enseguida les ofreció un médico para curarlos. Estos extranjeros le dieron al cacique un bulbo de azafrán como pago y agradecimiento a los tratamientos curativos recibidos. Hoy en día se agradece con rezos a los dos santos durante la recolección del azafrán que se cosecha durante la estación en otoño.
Otra leyenda proviene de la antigua China budista: un misionero budista del siglo V a. C, de origen indio, es enviado desde Cachemira y lleva con él las primeras hebras de azafrán, que se expande por todo el subcontinente indio. Algunos historiadores dicen que el azafrán se introdujo procedente de China con las tribus mongoles que invadieron Persia. Ya en el siglo III, los chinos se refieren al azafrán como un producto de procedencia cachemir.
En la actualidad, el cultivo del azafrán se ha difundido por algunas zonas como Afganistán debido principalmente a los esfuerzos de la Unión Europea para promover el cultivo de la flor de azafrán entre las zonas más pobres y así obtener un ingreso económico legal frente al proliferante cultivo de opio. El esfuerzo que se realiza sobre esta zona se debe en parte a las condiciones climáticas de sol y temperatura, ideales para el crecimiento de la flor.
En Europa, el cultivo se vio interrumpido y empezó a decaer con la caída del Imperio romano. Durante varios siglos, el cultivo de azafrán era casi inexistente. La situación cambió cuando las tribus árabes entraron desde el norte de África y expandieron el azafrán por el sur de España y partes de Francia y sur de Italia.
En Norteamérica el azafrán apareció con la emigración de miles de alsacianos, alemanes, y suizos anabaptistas, entre otros. Gran parte de ellos se asentaron en el oeste de Pennsylvania, en el valle del río Susquehanna. Ya por el año 1730 había cultivos de azafrán en América.
Te hemos preparado una pequeña síntesis del origen del azafrán, pero su historia de aparición y expansión a lo largo del planeta y de los tiempos es mucho más compleja y detallada. De cualquier modo, esta reseña bien te servirá para que conozcas los recorridos principales de una de las especias más antiguas de la historia humana.
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