Origen del Café, lo que tienes que saber para disfrutarlo
El café es una semilla que, tras ser fermentada, tostada y sometida a la acción del agua caliente, se convierte en una de las bebidas más apreciadas y consumidas a nivel mundial. Su origen del café se remonta a las tierras profundas de Etiopía, y sus beneficios van desde la mejora del rendimiento cognitivo hasta la prevención de enfermedades cardiovasculares, y una menor incidencia de Parkinson y Alzheimer. ¿Es el café un elixir para la salud? La respuesta no es tan sencilla. Hoy exploraremos qué es el café, sus tipos, variedades, formas de disfrutarlo y cuál es la cantidad ideal para maximizar sus beneficios sin sufrir sus posibles efectos adversos.
Qué es el café
El café es una bebida obtenida de la semilla del cafeto, un arbusto perteneciente a la familia de las rubiáceas que prospera en regiones tropicales. Este árbol necesita temperaturas que oscilan entre los 15 ºC y los 30 ºC, un suministro constante de lluvia y suelos ricos en minerales. Estas condiciones se encuentran en toda la zona del trópico ecuatorial, donde se localizan los principales países productores.
El fascinante viaje del café, desde su origen en Etiopía hasta convertirse en una bebida global, está lleno de historia y ciencia. Al adentrarnos en el mundo del café, descubrimos no solo una bebida, sino también un patrimonio cultural y una ciencia detrás de cada taza que disfrutamos.
Origen e Historia del Café
Para preparar una taza de café, el primer paso es la selección de las cerezas rojas del cafeto, las cuales contienen en su interior dos granos ovalados con una hendidura longitudinal, conocidos como granos de café. Aproximadamente a los dos años de plantado, el árbol florece, emanando un aroma exquisito similar al jazmín. Entre los tres y los cinco años, el árbol alcanza su madurez, y desde ese momento, puede ser productivo por unos 15 a 30 años.
Hoy en día, los principales países productores de café son Brasil, Colombia, Indonesia y Etiopía. Estos países dominan el comercio internacional y responden a la creciente demanda de café de especialidad, aquel que se distingue por su origen único. Este cambio en las tendencias gastronómicas ha hecho que la procedencia del grano y su tueste sean aspectos esenciales para su disfrute, priorizando la calidad y las características organolépticas sobre el simple estímulo físico y mental.
Origen e Historia del Café
¿Dónde se originó el café? ¿Y cómo llegó a ser una parte fundamental de las costumbres de tantas culturas? Aunque no hay certezas absolutas, sí existen hipótesis bien fundamentadas. Se cree que el café tiene su origen en Etiopía hace miles de años. Desde allí, cruzó el Mar Rojo hacia la península arábiga en el siglo XIII, llevado por comerciantes. Más adelante, la expansión del Imperio Otomano ayudó a difundirlo por Asia y Europa, donde ya estaba firmemente establecido para el siglo XVIII.
Los indicios que sitúan a Etiopía como la cuna del café incluyen la presencia de cafetos silvestres, no cultivados, y antiguos registros de ceremonias del café. Estas ceremonias incluían la trituración de los granos y su mezcla con miel y mantequilla antes de hervirlos. El café se extendió a Arabia a través de Yemen, donde comenzó la comercialización y el tueste de los granos. En 1520, durante el reinado de Solimán el Magnífico, sultán del Imperio Otomano, se inauguró el primer kahwe khaneh (cafetería) en Constantinopla.
Desde el mundo árabe, navegantes y comerciantes llevaron el café hasta Venecia en el siglo XVII, donde se le conocía como el "elixir negro" y se le atribuían propiedades terapéuticas y vigorizantes. Fascinados por esta bebida, los europeos se esforzaron por cultivar la planta, que los árabes protegían celosamente. Finalmente, los colonizadores portugueses, españoles, franceses y holandeses lograron llevar el café al Nuevo Mundo.
El origen del café es una historia fascinante de comercio, cultura y transformación. Desde sus humildes comienzos en Etiopía hasta convertirse en una bebida mundialmente adorada, el café ha recorrido un largo camino, transformando hábitos y costumbres a su paso.
Tipos y variedades de café
Explorar los diferentes tipos de café nos lleva a examinar los granos, la variedad botánica, el lugar de origen del café, el procesamiento de las semillas y su presentación en taza. Conocer estas diferencias nos permite encontrar el café perfecto para nuestro paladar.
Tipos de café según la variedad botánica: Arábica y Robusta
En el ámbito botánico, destacan dos variedades entre las numerosas existentes: Arábica y Robusta.
Café Arábica: Proveniente de la especie Coffea arabica, esta variedad es considerada de alta calidad. Crece entre los 500 y 2000 metros de altitud, ofreciendo un sabor más ácido y suave en comparación con la robusta. Contiene entre 1-2% de cafeína y sus granos son alargados y de tonalidad clara. Los principales productores de café arábica son Brasil, Colombia, Etiopía y Honduras. Esta variedad puede encontrarse tanto en su versión lavada como seca.
Café Robusta: Derivado de la Coffea caneophora, el café robusta es conocido por su resistencia. Se cultiva desde el nivel del mar hasta altitudes más altas y en ambientes más húmedos que el arábica. Este grano es más redondeado, pequeño y contiene un 4% de cafeína, lo que resulta en un café más robusto y de mayor cuerpo. Los principales países productores de robusta son Vietnam, Brasil e Indonesia.
Tipos de café según el procesamiento: natural, lavado y honey
Para obtener el grano de café, primero se debe retirar el fruto carnoso que lo rodea. Este proceso puede realizarse en seco o mediante lavado, dando como resultado diferentes perfiles de sabor.
Café natural o en seco: En este método, el fruto completo se deshidrata con las semillas en su interior, permitiendo una fermentación con la presencia de la mayor parte del fruto y mucílago. Esto produce cafés menos ácidos, más dulces y homogéneos.
Café lavado: Aquí, el fruto y el mucílago se eliminan antes de la fermentación, utilizando tanques de agua. Este proceso resalta los matices del grano, destacando su acidez y las notas características del terreno y clima de origen.
Café Honey o semi-lavado: Esta técnica es un punto intermedio entre el café natural y el lavado. Se retira el fruto pero se conserva el mucílago, usando menos agua que en el lavado. El resultado es un café equilibrado entre acidez, amargor y dulzor, con un menor consumo de agua y un perfil de sabor atractivo para la mayoría de los consumidores.
Tipos de café según el tueste
Tras el secado, el siguiente paso es el tueste. Si se tuesta el grano sin más, se obtiene café natural. Si se añade azúcar durante el tueste, se produce café torrefacto, caracterizado por su color oscuro y notas carbonizadas debido a la caramelización del azúcar. El café de mezcla combina café natural y torrefacto, ofreciendo una combinación única de sabores.
Entender estos diferentes aspectos del café, desde la variedad botánica hasta el proceso de tueste, nos permite apreciar mejor cada taza y encontrar el tipo de café que más nos gusta.
Tipos de café según el modo de preparación
El café se puede preparar de tantas maneras como gustos existen. Desde el intenso espresso italiano hasta el ligero y suave café americano, pasando por el dulce y cremoso café bombón con leche condensada. La elección entre los diferentes tipos de café depende de nuestras preferencias personales y, quizás, de la cantidad de baristas talentosos en nuestro vecindario.
Propiedades y beneficios del café
El café, al igual que el cacao, es famoso en todo el mundo por sus beneficios. Para muchas personas, el café es el impulso necesario para comenzar el día. Además, ayuda a adelgazar, mejora el rendimiento deportivo, nos mantiene activos y potencia nuestra capacidad cognitiva.
Ayuda a adelgazar
El café es un aliado en la pérdida de peso por varias razones. Estimula las catecolaminas, hormonas que preparan al cuerpo para la actividad física. Además, está asociado con la termogénesis, que eleva la temperatura corporal y aumenta el consumo de energía, movilizando las grasas. Todo esto contribuye a la pérdida de peso.
Recomendado para entrenar
El café tiene un efecto ergogénico, mejorando la contractilidad muscular, permitiendo una mayor oxigenación del tejido y promoviendo el uso de grasas como fuente de energía. Esto no solo incrementa el rendimiento durante los entrenamientos, sino que también los hace más duraderos.
Combate el estreñimiento
El café es uno de los laxantes naturales más accesibles. La cafeína es la principal responsable de este efecto, ya que promueve los movimientos peristálticos del intestino, facilitando la evacuación. Incluso el café descafeinado puede tener un leve efecto laxante debido a su influencia en la acidez estomacal.
Efecto anticariogénico
La placa dental es una capa fina formada por restos de alimentos y bacterias. Cuando el pH de la boca es bajo, promueve el crecimiento de estas bacterias y facilita la aparición de caries. El café ayuda a proteger nuestros dientes gracias a su acción antibacteriana, que impide la formación de placa dental, y su capacidad para regular el pH bucal, previniendo la caries.
Beneficioso para el corazón
A pesar de su efecto estimulante, el consumo moderado de café (una o dos tazas al día, hasta 300 ml) puede prevenir la insuficiencia cardíaca. En mujeres diabéticas, se ha observado una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares con el consumo de café. Sin embargo, es importante no exceder los 400-600 ml diarios, ya que podría aumentar el riesgo cardiovascular.
Protege el hígado
Tanto el café con cafeína como el descafeinado tienen un efecto protector sobre el hígado, ayudando a prevenir la fibrosis y la cirrosis. Los niveles de enzimas hepáticas en sangre son un indicador del estado del hígado; los consumidores de café tienden a tener niveles más bajos de estas enzimas, lo que sugiere un mejor funcionamiento hepático. Este efecto protector se debe a componentes distintos de la cafeína, ya que se observa en quienes consumen café descafeinado.
Prevención y tratamiento del Parkinson, Alzheimer y mejora cognitiva
El consumo de café está relacionado con una menor incidencia de Parkinson y Alzheimer. Los estudios han mostrado que quienes consumen alrededor de dos tazas de café al día tienen una menor probabilidad de desarrollar Parkinson. Se cree que el papel antagonista de la adenosina es fundamental para este efecto protector. En cuanto al Alzheimer, el consumo de café puede reducir hasta en un 30% el riesgo de desarrollar la enfermedad en personas mayores de 65 años. Estos beneficios están asociados a los efectos psicoestimulantes del café, como el aumento de la motivación, la concentración, el estado de alerta y la mejora de la memoria.
Antioxidante y fuente de vitaminas y minerales
El café es rico en polifenoles antioxidantes como cafestol, kahweol, ácido clorogénico, ácido ferúlico y ácido cumárico, que favorecen la regeneración celular, inducen la apoptosis de células cancerosas, disminuyen la respuesta inflamatoria y eliminan radicales libres. Aunque estos componentes están más concentrados en el grano verde, la bebida procesada aún proporciona una buena cantidad de polifenoles, vitaminas del grupo B (especialmente la B3 o niacina, importante para la piel y el sistema nervioso), minerales como potasio y pequeñas cantidades de magnesio, calcio y fósforo.
Contraindicaciones del Café
¿Puedo tomar café si tengo el colesterol alto? ¿Y si sufro de presión alta? ¿Tomar café puede provocarme ansiedad? Estas son algunas de las preguntas más comunes cuando se trata de disfrutar de esta bebida estimulante.
La respuesta depende de la cantidad consumida. Aunque beber menos de una taza al día no muestra beneficios significativos, consumir más de una o dos tazas diarias puede resultar perjudicial. A continuación, exploramos las principales contraindicaciones del café que debemos considerar.
Provoca Insomnio y Problemas del Sueño El café es conocido por su efecto psicoestimulante. La cafeína sustituye a la adenosina en el cerebro, un neurotransmisor que nos avisa de que estamos cansados. Si tomamos café poco antes de dormir, la adenosina no puede realizar su función, lo que puede causar insomnio. En términos generales, evitar el café en las horas previas al sueño suele ser suficiente para prevenir este problema.
Causa Ansiedad, Irritabilidad, Estrés y Nerviosismo El exceso de café puede provocar ansiedad, irritabilidad y estrés. Aunque tiene un efecto cardioprotector, también estimula la frecuencia cardíaca y activa el sistema nervioso central, lo que puede llevarnos a sentirnos sobreestimulados. Por esta razón, el café está desaconsejado para personas con ansiedad o nerviosismo, y se recomienda a los adultos saludables no exceder la cantidad diaria máxima recomendada.
Aumenta la Presión Arterial Las personas con presión arterial alta deberían evitar el café. Aunque algunos estudios sugieren que incluso las personas hipertensas pueden disfrutar de una taza diaria sin riesgos, la cafeína aumenta la presión arterial. Por lo tanto, el consumo de café está contraindicado para quienes ya padecen alteraciones cardiovasculares como la hipertensión. Siempre es recomendable consultar con un médico.
Puede Aumentar el Colesterol LDL La relación entre el café y el colesterol es compleja. Los granos de café contienen campesterol, que puede disminuir el colesterol en sangre, pero también tienen cafestol, que se asocia con el aumento del colesterol LDL. Este efecto varía según el método de preparación; el café filtrado eleva menos el colesterol en comparación con otros métodos. Las personas con colesterol alto deberían consultar a un médico para determinar si es adecuado consumir café.
Café, Acidez y Problemas Gástricos Existe la creencia de que el café puede causar gastritis, reflujo gastroesofágico o úlceras. Sin embargo, los estudios no han demostrado una relación directa entre el consumo de café y estas enfermedades. Más bien, otros factores, como la ingesta de ciertos alimentos antes del café, parecen estar implicados. Aun así, los pacientes con estas condiciones deben consultar con su médico sobre la posibilidad de seguir consumiendo café.
Genera Manchas en los Dientes Los taninos del café, aunque antioxidantes, también tiñen el esmalte dental de color amarillo. Este efecto depende de la cantidad de café ingerido y es superficial, afectando la porosidad del esmalte. Afortunadamente, es un cambio reversible con tratamientos de limpieza y blanqueamiento dental.
En resumen, mientras el café tiene sus beneficios, es crucial ser consciente de sus contraindicaciones, especialmente si tienes problemas de salud preexistentes. Consulta siempre con un especialista para disfrutar del café de manera segura.
Foto de Portada: O'NEIL GONZALES