Todo comienza con la temperatura del agua, que varía en función del tipo de té y su calidad. De cualquier forma, no debemos dejar que el agua hierva, ya que, sea el té que sea, el agua hervida perderá oxígeno y esto afectará el sabor de la infusión.
El té es una bebida diurética y rica, que tiene además numerosas propiedades curativas y preventivas para el organismo humano. Por eso es mejor sacarle el mayor provecho posible preparando buenas infusiones.
El té se prepara con las hojas y brotes del arbusto Camellia sinensis. Sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, neuroprotectoras y calmantes vienen dadas por su alto contenido de polifenoles y catequizas. Pero también contiene flúor y sales minerales, aunque su concentración varíe según el tipo de té que se prepare.
Características de los diferentes tipos de té
Té verde
El té verde es producto del proceso aplicado a las hojas de la planta: deshidratación, secado y enrollado. Como so sufren ninguna clase de fermentación, sus nutrientes y propiedades se mantienen casi intactos. Por eso, su coloración es verde y su sabor muy fresco.
Té blanco
El té blanco se elabora con las hojas aún cerradas de la planta, que son deshidratados y no sufren el proceso de fermentación u oxidación. Su sabor es muy suave y su nombre se toma de la coloración de los brotes.
Té negro
Para preparar té negro, las hojas son sometidas a un largo proceso de oxidación luego de su deshidratación. La infusión es rojiza y oscura y tiene un altísimo contenido de teína.
Té rojo
El té rojo también se denomina Pu-erh. Se elabora con hojas pasan un proceso de fermentación más largo que el del té negro, tras su deshidratación y secado. Luego se realiza otro de maduración que puede durar décadas. Este proceso le atribuye el aroma terroso y una coloración cobriza. El té rojo es muy apreciado en China.
Té azul u Oolong
El té azul es delicado y tiene un aroma floral o frutal debido al corto proceso de oxidación al que son sometidas las hojas. Al igual que el té rojo, es muy apreciado en China
Pero no basta con conocer las características de cada té para preparar una deliciosa infusión. Luego de saber qué té queremos tomar, tenemos que saber qué técnica debemos aplicar.
Antes de comenzar a ver cuáles son estas técnicas específicas de cada té, conviene tener en cuenta algunas indicaciones básicas:
- Conviene tener siempre una tetera con espacio suficiente para que las hojas se muevan y se abran en su interior. Lavar la tetera sólo con agua.
- Usar el agua lo más pura posible, ya que su contenido en sales hace variar el sabor del té.
- Preparar el té y tomarlo inmediatamente, porque con el tiempo esta infusión se oxida.
¿Cómo preparar los diferentes tipos de té?
1. Precalentar la tetera:
Utilizar un poco de agua caliente para enjuagar la tetera o el recipiente donde prepares el té. También enjuaga las tazas con agua. De esta manera evitarás la pérdida de calor al echar el agua en la tetera fría.
2. Calentar el agua:
Elegir agua fresca y, en el mejor de los casos, mineral. Caliéntala de forma tal que no llegue a hervir, ya que si hierve perderá el oxígeno necesario para la preparación de un buen té. La temperatura a alcanzar varía según el tipo de té y su calidad.
- Té verde: De
- Té blanco: De
- Té negro y té rojo: De
- Té azul: De
3. Añadir el té o el agua:
Según el té que se prepare, se añade un elemento o el otro. Si la hoja es delicada y suave como en el té azul suele añadirse primero el agua a la tetera y luego el té. Si la hoja es robusta como en algunas variedades de té negro se hace lo contrario. Estos pasos influyen notablemente en el sabor de la infusión. Luego de añadir el agua o el té, tapar.
4. Tiempo de reposo:
El tiempo de reposo depende del país, el tipo de té y el sabor que deseemos lograr. Durante el primer minuto, las hojas transfieren casi todo el sabor y la teína al agua, mientras que a partir de los dos minutos comienzan a liberar taninos que proporcionan un sabor áspero.
- Te blanco: 1 - 2 minutos.
- Te verde: 1 - 3 minutos.
- Te azul: 3 minutos.
- Te negro y Té rojo: 2 - 3 minutos.
5. Servir y disfrutar:
El azúcar cambia las propiedades y el sabor del té, así que si puedes aprende a degustarlo de forma natural.
Métodos para preparar té
Ya sabes cómo preparar tu té preferido. Pero también es importante saber que existen varios métodos de preparación. Te presentamos los métodos principales de preparar té.
1. Método Tradicional Británico
A la tetera se añade una cucharadita de té por taza y una extra. Esta cantidad puede variar según el tipo de té y los gustos personales. Luego se vierte agua caliente sobre las hojas y se tapa durante los minutos requeridos por el tipo de té preparado. La taza se calienta antes de servir el té.
2. Método Japonés
Se coloca una cucharadita de té en cada taza y luego se recubre con agua a punto de hervir. Se bate unos segundo utilizando un batidor de bambú.
3. Método Ruso
Se añaden tres o cuatro cucharadas de té a medio litro de agua. Se vierte un poco en cada taza. Se diluye el agua caliente del samovar. Puede endulzarse con azúcar o mermelada.
4. Método Marroquí
Se coloca el té en la tetera y se le añade una pequeña cantidad de agua hirviendo. Esta agua se desecha y luego se llena la tetera con agua hirviendo y se deja en infusión unos minutos. Se sirve vasos en los que previamente se han colocado hojas frescas de menta Nana.
5. Método Paquistaní
Se utiliza un litro de leche y dos cucharadas soperas rasas de té para seis personas. La leche se calienta hasta que hierva y se vierte sobre el té. Se deja reposar cinco minutos y se sirve. Se endulza al gusto y se añaden especias como la canela, el cardamomo y el jengibre.
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