Hoy en día, el Jubileo o Año Jubilar es la celebración de un período de indulgencia de los pecados que se realiza en algún lugar del mundo católico. El Jubileo está asociado a un Camino de Peregrinación, y puede ser un Jubileo Ordinario o un Año Jubilar in perpetuum. El Jubileo Ordinario es el que se celebra en un lugar y de una manera puntual mientras que el Año Jubilar Perpetuo se celebra de forma continuada a lo largo de la Historia. Hay Cuatro Años Santos Perpetuos que se celebran desde la Edad Media: el de Jerusalén, el de Roma, el de Santiago de Compostela y el de Santo Toribio de Liébana en Cantabria.
- Peregrinación a Jerusalén: la encaminaban los “palmeros”. Se los llamaba así porque, si regresaban, lo hacían con las hojas de la palmera: palmas. Las cruzadas y la Orden del Temple surgieron para proteger a los peregrinos cristianos que querían llegar a este lugar cuando los musulmanes lo ocuparon, cerca del año 600 d. C. En la actualidad, esta peregrinación ya no se realiza a pie. La peregrinación atañe a toda la ciudad en general, aunque principalmente al Templo del Santo Sepulcro, donde se dice que Jesucristo fue enterrado y más tarde será resucitará.
- Peregrinación a Roma: el año jubilar en Roma se celebra desde 1300, cada 25 o 50 años, según la época y el Papa. A sus peregrinos se les llama "romeros". En la actualidad, el Año Santo de Roma se celebra cada 25 años. El último fue el Gran Año Jubilar de 2000, en el que participaron todas las iglesias del mundo, incluso de otras religiones. El próximo será en 2025, año en que el Papa abrirá la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro.
- Peregrinación a Santiago de Compostela: este período de peregrinación surge al mismo tiempo que el descubrimiento del Sepulcro del Apóstol Santiago el Mayor, en el siglo IX. Pronto se convirtió en el lugar preferido de la peregrinación Europea y sus peregrinos se convirtieron en “concheros”. El éxito del desarrollo del Camino de Santiago se debe a una excelente labor de organización y construcción de infraestructura: hospitales, puentes y calzadas por parte del papado y de varios reyes hispanos. El Año Jubilar Jacobeo se celebra cada año que el 25 de Julio, Festividad de Santiago Apóstol, cae domingo.
- Peregrinación a Santo Toribio de Liébana (en Cantabria): la Celebración del Año Santo Lebaniego se inicia en el siglo XVI, tras la bula del Papa Julio II, del 23 de Septiembre de 1512, que otorgaba el privilegio de la celebración del Año Jubilar Lebaniego, lo que hizo del Monasterio de Santo Toribio un centro importantísimo de peregrinación y uno de los lugares santos más importantes de Europa. El motivo de la Bula Papal es la presencia del Lignum Crucis en el monasterio. Lignum Crucis es la reliquia que Toribio de Astorga trajo de Tierra Santa, el trozo de la Cruz de Cristo más grande que aún perdura. Por esto mismo, a sus peregrinos se les conocía como “crucenos” o “cruceros”. La peregrinación a Santo Toribio enlaza con el Camino del Norte a Santiago de Compostela, el camino de las primeras peregrinaciones a Santiago. El Año Jubilar Lebaniego se celebra cada año que el 16 de Abril, Festividad de Santo Toribio, cae en Domingo.
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Camino Lebaniego
La Bula Lebaniega
El 23 de septiembre de 1512 el Papa Julio II concedió el privilegio a Santo Toribio de Liébana para que celebrara un Año Jubilar cada vez que el de 16 de abril cayera en domingo. En 2012 se cumplieron 500 años de ese momento histórico. Aquel 23 de septiembre fue la primera vez en que se abrió la Puerta Santa del cenobio y, con ella, los 365 días de indulgencia plenaria, perdón y renovación.
Desde la Edad Media, los peregrinos que querían llegar hasta la Cruz custodiada en Santo Toribio de Liébana avanzaban por el Camino Lebaniego hasta llegar al monasterio para adorar los restos del Santo Toribio de Astorga. A la Cruz y a los restos del Santo se les atribuían propiedades curativas y milagrosas.
En el mundo cristiano, todo vestigio religioso vinculado a un lugar santo de relevancia está ligado a un Camino de Peregrinación. Cantabria ocupa un lugar destacado por su peculiaridad, ya que es la única región del mundo cristiano que cuenta con dos caminos de peregrinación.
Monasterio de Santo Toribio
A mediados del siglo VIII, una vez consolidada la Reconquista en la zona de Liébana, se llevaron los restos del obispo Toribio de Astorga y las reliquias del Lignum Crucis. Según la tradición, los restos se trasladaron a Liébana desde de Jerusalén para depositarlos en un lugar seguro como el monasterio, que para ese entonces ya había adquirido prestigio en el territorio cristiano.
El monasterio cuenta con una Iglesia que se construyó en 1256 con el apoyo económico de los fieles y bajo las directrices del gótico monástico de influencia cisterciense. En la Iglesia pueden contemplarse la puerta del perdón, de estilo románico, que se abre tras los golpes de un martillo cada Año Jubilar; la estatua yacente de Santo Toribio de Astorga en madera, de tradición gótica, anterior al siglo XIV; la capilla, barroca, del siglo XVIII, que alberga al Lignum Crucis. El claustro del monasterio es de estilo herreriano y aloja una exposición con las miniaturas que acompañaban los comentarios del Apocalipsis del Beato de Liébana. También alberga el martillo con el que se llama tres veces para abrir la Puerta del Perdón. Junto al Monasterio de Santo Toribio se encuentra el albergue de peregrinos que aloja a grupos de peregrinos como complemento al albergue de peregrinos de Potes.
Lignum Crucis
El Lignum Crucis, o “madera de la cruz”, llegó al monasterio de Santo Toribio de Liébana junto con los restos de Santo Toribio de Astorga, en la Edad Media. El Lignum Crucis es el trozo más grande de la cruz de Cristo, el brazo izquierdo. Es de una especie de árbol de Palestina y data de la época de Jesucristo según el carbono
Santo Toribio de Astorga era custodio de las reliquias de Jesucristo en Jerusalén y, con el permiso del papa de su época, trasladó un trozo de la Cruz hasta Astorga, ciudad de la que fue Obispo. Luego, esta reliquia fue traslada a Liébana por cristianos que querían ponerla a salvo de los musulmanes, que ya se encontraban en las puertas del norte de la península. Esta fue el hecho determinante para que el Monasterio de Santo Toribio y Liébana se convirtieran en importante lugar de Peregrinación.
Beato de Liébana
Beato de Liébana fue una figura clave de la Iglesia hispana y europea: fue defensor de la ortodoxia católica frente a la herejía adopcionista de Elipando de Toledo y fue el creador e impulsor del culto a Santiago Apóstol con su poema “O Dei Verbum”, en el que lo proclama “Cabeza refulgente de España”.
La obra cumbre de Beato, “Comentario al Apocalipsis de San Juan”, resultó una pieza fundamental en la historia del arte y la cultura. Esta obra llegó a ser el primer bestseller de la Edad Media y terminó por denominarse “beato” en honor a su autor.
Afectado por la época bélica que se vivía en la Península Ibérica en aquel entonces, Beato anunció que el fin del mundo llegaría en el año 800. Hoy en día, la Iglesia reconoce la obra como un texto profético más que histórico.
Para el próximo año Jubilar Lebaniego quedan menos de ochenta días. Si quieres realizar el Camino Lebaniego, tendrás que asistir con: DNI, tarjeta de la seguridad social y credencial de peregrino (que se recogen en la Iglesia del Cristo de la Catedral de Santander).
Vista desde el cielo del Monasterio de Santo Toribio y el bello paisaje que puedes encontrar en el camino
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