Vermut ¿rojo o blanco?

El vermut es un aperitivo, que hoy en día se consume popularmente, aunque desde siempre ha estado asociado a su consumo generalizado. Se compone por un vino macerado con diferentes plantas y botánicos. Solía elaborarse con vinos de bajo contenido en alcohol, pero ahora comienza a apostarse por los vinos de calidad. ¿Qué es el vermut?, ¿cómo beberlo?, ¿qué diferencias hay entre el rojo y el blanco?

La preparación del vermut requiere de un vino macerado con diversas plantas y elementos botánicos; de esta manera se obtiene esencialmente un vermut rojo o un vermut blanco.

Es un licor compuesto fundamentalmente por vino blanco, ajenjo y otras sustancias tónicas y de sabor amargo. Por lo general, se consume antes de las comidas, y por eso es reconocido como un aperitivo; de hecho, es uno de los principales aperitivos.

Se lo conoce como vermut o Vermouth, y actualmente la RAE ha aceptado el término vermú. Pero todas estas formas de denominarlo derivan del vocablo alemán “wermut”, que significa “ajenjo”. Su origen es europeo y su registro más antiguo data del siglo I a. C. De hecho, se dice que fue creado por el médico y filósofo Hipócrates, quien incursionó con la maceración de vino con hierbas, y su consumo comenzó a popularizarse en la Edad Media, cuando se hizo conocido como el “vino hipocrático”.

Variedades del vermut y proceso de elaboración

No siempre se trata de la misma bebida o el mismo aperitivo. Existen dos tipos principales de vermut: el rojo y el blanco. El primero es el más común. El proceso de elaboración varía de acuerdo al fabricante, pero por lo general empieza así:

- Se escoge un vino blanco de bajo nivel alcohólico, a veces añejado, y se le añade caramelo, en función de la variedad que quiera producirse; el caramelo le provee color y un poco de azúcar, para darle un toque de dulce.

- Luego de este primer paso, el producto obtenido se somete a infusión junto con una amplia variedad de hierbas e ingredientes botánicos, que también pueden variar de una marca a otra, como sucede con el  resto de los componentes.

- Terminada esta maceración, se realizan otros procesos como los del filtrado y, a veces, un descanso en barrica.

- Finalmente, el vermut es embotellado.

Diferencias entre los vermuts rojo y blanco

Si bien, como hemos visto, originalmente se elaboraba con vinos añejados y con bajo contenido en alcohol, actualmente, el vermut ha comenzado a preparase con vino de calidad. Así, el aperitivo ha cobrado nuevo estatus o una nueva forma de consumirlo. No sólo acompaña los momentos previos a los almuerzos o las cenas, o las picadas de media tarde, sino que también es posible encontraros en cócteles y eventos de prestigio. Pero ¿cuál debes tomar de acuerdo a la ocasión?, ¿el vermut banco o el rojo?, ¿tienen un consumo indistinto?

Podemos establecer una analogía con la ginebra, que solía ser una bebida de “viejos” y hoy en día la consumen los jóvenes en los bares y discotecas. Hoy en día la ginebra ofrece al consumidor muchísimas variedades a través de la coctelería. Es cierto que el vermut aún no ha llegado a ese punto, pero va en camino.

¿Vermut rojo o blanco?

El vermut rojo te vendrá mejor si quieres beber algo dulce, mientras que el vermut blanco será tu opción si buscas un sabor más cítrico. La diferencia entre uno y otro son los botánicos con los que se elabora cada botella. La base es, siempre, vino blanco, azúcar, alcohol y los extractos de las hierbas con las que se produce la infusión. Pero en el rojo predomina el ajenjo, por eso es más fuerte, y en el blanco predominan los cítricos y, por eso, es más suave.

Los expertos afirman que el blanco es menos amargo y quizás más floral y suave mientras que el rojo sabe a especias aromáticas mediterráneas. Pero, a pesar de sus matices, ambos resultan dulces.

Algunas bodegas recomiendan servir el vermut blanco con una aceituna, aunque también puede especiarse con jengibre o aportar un punto refrescante y cítrico con manzana verde. En cambio,  al vermut rojo le queda muy bien la piel de naranja o una tira de pomelo, ya que le dan notas más amargas.

Pero también pueden combinarse con otras bebidas. Recientemente, el blanco ha comenzado a tomarse con tónica, como la ginebra, y el rojo con ginger ale (bebida gaseosa elaborada con jengibre, azúcar y limón), como con el whisky.

Ambos tipos de vermut son versátiles y por eso ofrecen numerosas opciones en el mundo de la coctelería. Es un nuevo mundo que comienza a abrirse. Por lo general, los expertos coinciden que si bien el vermut rojo es el más conocido, el vermut blanco tiene más posibilidades que el rojo. Lo cierto es que ambos son deliciosos y frescos y perfectos para acompañar cualquier momento.

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