Ningún mito. Tanto el pescado como el marisco contienen propiedades que nos brindan beneficios importantes. El marisco presenta tantos beneficios como el pescado blanco, por ejemplo, porque contiene los mismos nutrientes y las mismas proteínas. La única diferencia es que el marisco contiene una mayor cantidad de ácido úrico, por lo que las personas que sufren de presión arterial deben limitar o directamente evitar su consumo. Por lo demás, sólo nos ofrecen beneficios.
El marisco presenta altos niveles de vitamina A y ácidos grasos omega 3, además de zinc, selenio, hierro y más. Estos elementos lo convierten en una comida indispensable para prevenir enfermedades cardiovasculares y también para proteger el organismo contra el cáncer de próstata y de esófago.
Dentro de los mariscos, encontramos dos grupos:
1. Los crustáceos: gambas, langostas, langostinos
2. Los moluscos:
- Bivalvos: mejillones, almejas, berberechos, navajas, ostras, vieiras
- Univalvos: caracoles
- Cefalópodos: pulpo, calamar, sepias
Pero ¿cuáles son las propiedades básicas del marisco?
- Proteínas.
Los mariscos son recomendados en las dietas para bajar de peso ya que, debido a sus grandes cantidades de proteínas, sacian el hambre rápidamente. Además ofrecen pocas calorías con buenos nutrientes para nuestro cuerpo. También son alimentos perfectos para los deportistas, porque son magros y proteicos.
- Vitaminas A, B, D y E.
La vitamina E tiene una función antioxidante mientras que el complejo B presenta una buena dosis de ácido fólico, indispensable en la dieta de las embarazadas, ya que previene anemias nutricionales. La vitamina A es perfecta para cuidar la piel y la visión.
- Ácidos grasos omega 3 y poliinsaturados.
Los mariscos son bajos en hidrato de carbono y la mayor parte de ellos tiene un bajo contenido graso, que no alcanza el 2% de su composición. Sólo los chipirones, los mejillones o los langostinos presentan una elevada proporción de colesterol.
- Un 80% del peso del marisco es agua.
- Minerales.
Los minerales principales contenidos en los mariscos son el calcio, el magnesio, el fósforo, el potasio, el sodio, el zinc, el yodo, el hierro y el cloro. Algunos mariscos, comos las almejas, los berberechos, los mejillones y los chipirones o langostinos, presentan un alto contenido de hierro y de calcio.
- Purinas.
Estas son las responsables de aumentar el nivel de ácido úrico en sangre.
- Bajo valor energético.
Esta condición se cumple siempre y cuando la cocción del marisco se realice bajo métodos no grasos, y sin salsas.
Beneficios para la salud
Las grasas poliinsaturadas disminuyen el riesgo de formación de coágulos, nos protegen de la aparición de enfermedades cardiovasculares y reducen las grasas tóxicas para el organismo como el colesterol “malo” (LDL).
Pero además aportan proteínas de alto valor biológico, necesarias para el crecimiento y el desarrollo. Su aporte de calcio beneficia la estructura ósea y también previene la osteoporosis. Por su parte, el contenido en yodo evita enfermedades como el bocio. Gracias a su bajo aporte calórico, el marisco es un alimento que puede incluirse en dietas indicadas para bajar de peso.
¿En qué casos debe evitarse el consumo de marisco?
- Alergia al marisco.
- Ácido úrico elevado.
- Embarazo.
- Niños de corta edad.
- Mujeres en edad fértil (los mariscos contienen un alto grado de metales pesados como cadmio, plomo o mercurio).
¿Cómo consumir el marisco? Recomendaciones.
Primero tenemos que estar seguros de que los mariscos que vamos a consumir estén frescos. Luego, tenemos que recordar que el ciclo biológico de los mariscos alcanza su mejor etapa entre los meses de noviembre a marzo, o entre el otoño y el invierno. Durante los meses de calor, la carne es más blanda y desabrida.
Si elegimos crustáceos, debemos asegurarnos de que se encuentren intactos y de que mantengan un olor agradable. Si los compramos vivos, tenemos que observar sus ojos: deben ser negros y brillantes. En cambio, si optamos por moluscos tenemos que constatar que sus valvas se encuentren bien cerradas. Los cefalópodos deben presentar una piel lisa y firme, sin manchas y de color nacarado.
Podemos combinar mariscos con otras carnes y pescados para que su consume resulte todavía un poco más saludable. Lo ideal es consumir pescados y maricos tres veces por semana, y la ración estipulada como normal varía entre los 125 y
Comienza ahora mismo a experimentar los beneficios del marisco.
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