Los técnicos encargados de realizar el recuento de capturas de bocartes aseguraron que la biomasa de anchoas en el Golfo de Bizkaia se encuentra en su mejor momento histórico. De acuerdo a los resultados obtenidos durante la última campaña Bioman de AZTI, en el 2015 se capturaron más de 142.000 toneladas de bocartes. Esta cifra superó a la del año pasado, estimada en 89.000 toneladas, y además alcanzó su máximo histórico, desde los primeros estudios realizados en 1987.
Las campañas de Bioman miden la población o biomasa de anchoas durante la primavera. Este año, el estudio fue realizado por AZTI, un centro tecnológico experto en la innovación marina y alimentaria, en el marco de la Regulación Europea de Muestreo de Pesquerías, encargado por el Departamento de Desarrollo Económico y Competitividad del Gobierno Vasco y de la Comisión Europea. A su vez, la Secretaría General del Mar aportó uno de los buques oceanográficos utilizados durante la campaña: el buque Emma Bardán.
El resultado de las evaluaciones fue bien recibido por los pescadores de la zona, que entienden esta cifra como expresión de la riqueza de un recurso que todavía tiene muchísimo por ofrecer. Por su parte, la consejera de Pesca, Blanca Martínez, también ha celebrado la máxima histórica de la biomasa de bocartes. Según expresa en un informe, “se han disipado del todo los fantasmas del pasado, que el recurso goza de una salud de hierro y que vamos a seguir disfrutando de una costera que es estratégica, tanto en la mar como en tierra, ya que no podemos pasar por alto el potencial de nuestra industria semiconservera”.
En sintonía con este informe, el presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria, José Luis Bustillo, ha dicho que la noticia resultó “especialmente buena porque desmiente las declaraciones del sector transformador durante la campaña, que nos acusaba de capturar ejemplares muy pequeños. Nada más lejos de la realidad. La prueba es ese dato espectacular que arroja la biomasa de la anchoa de esta primavera”. También explicó que el resultado obtenido se debió a la práctica de una “pesca sostenible y razonable. Nosotros evitamos los ejemplares más pequeños, porque está en juego el futuro de la especie”, y luego agregó: “estamos pescando 50 unidades en kilo con un 10% de tolerancia”.
Según el propio Bustillo, antes de que se realizara el recuento de capturas, ya podía preverse el éxito de la temporada: a mediados de junio, la flota decidió suspender la actividad al comprobar que ya se había consumido casi el total admisible de capturas (TAC), establecido por la Unión Europea. De acuerdo a lo permitido por el TAC, no pueden capturarse más de 25.000 toneladas de bocarte, y para mediados de junio ya se habían capturado casi 19.000.
La campaña fue cerrada oficialmente el 1 de julio, con la intensión de dejar un 10% de capturas permitidas para el segundo semestre, ya que, como sostiene el patrón mayor de la Federación de Cofradías de Pescadores, Miguel Fernández, “protagonizamos una pesca sostenida porque no nos jugamos el pan del futuro”.
El viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno Vasco, Bittor Oroz, y el director general de Azti, Rogelio Pozo, anunciaron a la prensa “la importante recuperación de la especie" y destacaron el trabajo realizado por la comunidad científica y el sector pesquero como un “ejemplo de cooperación y buen hacer (que) permite avanzar hacia la normalización de esta pesquería y de toda la actividad económica que lleva aparejada”. Además definieron la pesquería de la anchoa como “uno de los pilares” de la economía vasca. El viceconsejero también informó que, al 31 de mayo, la flota vasca había desembarcado 12.107 toneladas de anchoa, “cuyo precio medio en lonja se ha encontrado entre los 0,40 euros el kilo y los 13,37 euros, con un valor total de venta de 20,5 millones de euros”.
Los presidentes de las cofradías de Gipuzkoa y Bizkaia, Eugenio Elduayen e Iñaki Zabaleta, compartieron tales opiniones y agregaron que "lo visto este año en la mar, no se ha visto en los últimos treinta". Aunque, por otra parte, también reconocen que, a pesar de la inmensa cantidad de bocartes capturados, el tamaño del pescado es pequeño.
En este sentido, las grandes cantidades de bocartes capturados no importan demasiado al sector conservero, que depende del tamaño del pescado para la preparación de las anchoas en conserva.
Como buen consumidor o consumidora de anchoas, ¿qué opinas al respecto?
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