Santuario Océano Antártico, nuestro granito de arena al futuro

video para conocer más acerca del tema: Santuario Antártico: Ayúdanos a crear la mayor área protegida del planeta

Las áreas oceánicas que se pretenden proteger son por completo desconocidas. Corresponden a un sector oceánico verdaderamente inmenso e inexplorado, que sólo se ha visto por entero a través de una imagen enviada por el Apolo 17, en 1972, donde podía observarse lo que la NASA llamó “la canica azul”: el planeta Tierra cubierto por agua en más de un 70%. La Tierra es un planeta azul.

Pero estas aguas se sitúan por fuera de las fronteras de los estados nacionales, son aguas de la Tierra, sin banderas ni gestiones, sin conflictos territoriales por el momento. Cubren dos tercios de los océanos, y la protección marina tampoco ha accedido a ellas. Según datos de Naciones Unidas, solo un 6,97% de los mares y océanos están protegidos, incluyendo las aguas nacionales dentro de las zonas económicas exclusivas. De este casi 7%, apenas un 2% se refiere a espacios bien vigilados, donde la actividad humana industrial queda prohibida.

Dentro de este contexto, la Comisión del Océano Antártico se ha propuesto reunirse en octubre para plantear algunas maneras de proteger estas aguas de las posibles acciones tóxicas de la humanidad industrial. La idea es construir un santuario en esta zona marina enorme y desprotegida. Con este propósito, Greenpeace ya se ha embarcado en una expedición de tres meses para explorar estas aguas tan importantes para el planeta. La expedición se realizará en el océano Antártico.

¿Por qué el océano Antártico? Porque esta zona ya cuenta con un convenio internacional que puede servir como radiografía y marco legal de la zona. A partir de aquí, los pasos para protegerla son mucho más sencillos.

Los estados nacionales deberían aceptar la propuesta. Alemania ya ha dado el sí. Los argumentos son irrefutables: la supervivencia de la biodiversidad y de la vida humana dependen de los océanos, esto no es ningún secreto. En esta línea, el santuario Antártico podría conducir a la protección del 30% de los océanos del mundo antes de 2030, tal y como exige la coalición global de ONG de la que forma parte Greenpeace.

Desiertos azules: solemos llamar así a los océanos. Pero este es un mal modo de llamarlos. La Tierra es de agua, es un 70% de agua. En el mar no sólo encontramos colores hermosos y volúmenes impresionantes, especies marinas conocidas y otras atípicas. También encontramos un medio indispensable para el sustento de miles de millones de personas y animales. Entonces, la protección de los océanos, a través de una red a gran escala de reservas marinas, podría preservar la forma de vida de casi la mitad de la población mundial, que depende de unos océanos productivos. Al crear reservas marinas protegemos la vida de estos espacios y podemos producir un “efecto reserva” que exporta bienes y servicios ambientales hacia zonas no protegidas del mar. Más de 3.000 millones de personas dependen de la biodiversidad marina y costera para su sustento.

El santuario oceánico de la Antártida se creará en el mar de Weddell, que será la mayor área marina protegida del planeta. La iniciativa ha partido de Alemania y cuenta con el apoyo de la Unión Europea. Propone acotar un área de 1,8 millones de kilómetros cuadrados (tres veces el tamaño de España) para proteger estas aguas y la vida que albergan y dejar a los barcos pesqueros industriales fuera de este entorno, ya que la industria pesquera es una de las mayores amenazas a la vida en sí misma, junto con los efectos del cambio climático.

El primer paso sucederá en octubre de 2018, cuando se debata la creación del santuario oceánico. Luego, la intención será adoptar en 2020 un nuevo tratado internacional para proteger la diversidad biológica en zonas que se encuentran fuera de la jurisdicción nacional (la alta mar), que representa dos terceras partes del océano y casi la mitad del planeta. El mar de Weddell será el estudio de caso que sirva para demostrar que es posible la protección del medio marino creando los organismos y mecanismos adecuados.

La expedición de Greenpeace ya ha comenzado. El primer destino fue Punta Arenas (en Chile) y el objetivo general será presionar para la creación de un santuario que proteja sus aguas de la industria pesquera, que está depredando la población de krill, el pequeño crustáceo que sirve de alimento a ballenas y pingüinos.

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Puedes seguir las crónicas de los viajeros a través del sitio de Greenpeace y así enterarte cómo van las negociaciones para la creación del santuario oceánico en la Antártida y cómo viven los cronistas sus experiencias con estas aguas llenas de misterios y, fundamentalmente, de vida.

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