Tipos de Miel, conócelas a fondo
La miel es un alimento de origen natural que puede proveerte muchas ventajas: desde sabor hasta beneficios para tu salud. Pero hay unos cuantos tipos de miel, ¿los conoces todos?
Entre las propiedades de la miel, puedes encontrar su cualidad de alimento energético y además es un edulcorante natural, que contiene vitaminas, minerales y aminoácidos. Es un producto fabricado por las abejas, que en el momento de la recolección del néctar de las flores añaden sustancias específicas que terminar por generar la miel.
Tipos de Miel
La variedad de mieles es enorme, y se clasifican según la procedencia de la flor o arbusto y la recolección. Entonces, las mieles de primavera se producen a finales de mayo; la miel principal, entre junio y julio; y la miel tardía se genera entre agosto y septiembre. También encontramos otros factores diferenciadores que hacen a uno y otro tipo de miel: las mieles multiflorales son las que se obtienen de diversas flores; las monoflorares son aquellas cuya composición procede de una flor concreta; la miel del bosque es la obtenida a partir de la hoja.
Según sus texturas, las mieles pueden ser transparentes, espesas y frescas, y también pueden ser menos dulces y más difíciles de solidificar, como las mieles de rocío
Las mieles varían según el tipo de flor que las abejas encuentran en sus hábitats. Así, encontramos los siguientes tipos de miel:
- Miel de romero: de color ámbar claro y blanco cuando está cristalizada. Dulce y aromática. Funciona como estimulante hepático, ya que favorece la descongestión del hígado. Es indicada para las úlceras de estómago y dismenorrea. Pero no se recomienda a personas hipertensas.
- Miel de eucaliptos: de color ocre. Súper aromática y con un sabor característico a madera. Funciona como antiséptico de las vías respiratorias y urinarias, tiene efectos balsámicos y vermífugos. Está indicada contra catarros y afecciones del árbol respiratorio.
- Miel de tomillo: de tono rojizo y agradable sabor. Indicada para las afecciones respiratorias de tipo inflamatorio, tos convulsiva y asma. También es reguladora de la tensión arterial. Indicada como tonificante ante la fatiga y la astenia.
- Miel de brezo: de color caoba oscuro. Tiene un sabor ligeramente amargo. Como aumenta la diuresis, se recomienda para combatir la cistitis, la retención de líquidos, las piedras en el riñón, también para la inflamación de vejiga, riñón y uretra. Otros de sus usos tienen que ver con las afecciones cardíacas, como la insuficiencia coronaria, las arritmias, las cardiopatías, la angina de pecho y el infarto. Es antirreumática y está indicada para la anemia, inapetencia y fatiga, por su contenido en minerales
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- Miel de azahar: de color ámbar claro, aromática y suave. Procedente del polen de limoneros, naranjos, mandarinos. Tiene efectos sedantes, y por eso ayuda a conciliar el sueño. También es antiespasmódica.
- Miel de trébol: de color amarillo suave, procedente de la flor de trébol. Conocida por sus efectos energetizantes. Útil para el cansancio o la fatiga, sobre todo en las personas mayores o en las épocas de exámenes y las recuperaciones post operatorias.
- Miel de alfalfa: de color ambarino blanco, procedente de las flores de alfalfa. De buen sabor. Tiene propiedades similares a la miel de de trébol.
- Miel de espliego: de color ámbar y tiene sabor a lavanda. Tiene propiedades de bactericida y antiséptico, y está indicada para picaduras de insectos, quemaduras solares y heridas, en uso externo. También es Antidiarreica y preventiva de gripes, bronquitis, resfriados. Como tiene un alto contenido en hierro, es beneficiosa para la anemia, el sangrado nasal y la metrorragia, como la miel de castaño. Favorece el sueño y modera la irritabilidad, la agresividad y el estrés.
- Miel de Tilo: procede de las flores del tilo, y es de color amarillo suave y con un aroma fragante. Como se cristaliza fácilmente, se endurece rápido. Recomendada para la acidez, las flatulencias y las ulceras gástricas o duodenales. Tiene propiedades antibacterianas. Indicada para la bronquitis, la gripe y los resfriados. Posee propiedades sedantes, por lo que es útil para combatir la ansiedad y el insomnio.
- Miel de castaño: procede del la flor del fruto y la exudación del árbol. Es rica en hierro, por eso es beneficiosa para la anemia, el sangrado nasal y la metrorragia.
- Miel de pino o abeto: esta es la miel conocida como del bosque. Procede del mielato que exuda el propio árbol (pinos, abetos, robles y encimas).
- Miel de Pino: oscura, permanece líquida durante mucho tiempo luego de la recolección. Tiene un sabor resinoso y es recomendada para el tratamiento de la inflamación bronquial.
- Miel de abeto: de color verde. Es difícil de conseguir porque no se produce todos los años. Presenta un aroma balsámico fuerte. Indicada para afecciones respiratorias.
- Miel de encina: producida por las abejas que liban la melaza desprendida de los frutos. De color oscuro, casi negro. Tiene olor y sabor a malta, muy poco dulce. Está indicada para combatir la anemia, por su alto contenido en hierro. También es antiasmática y se recomienda para combatir afecciones bronquiales y pulmonares.
- Miel de avellano: de color amarillo y buen sabor. Se utiliza para conservar el estado de la piel.
- Miel de milflores: procede de varias floraciones simultáneas. Es de color ámbar oscuro y tiene un sabor variable e intenso. Posee propiedades antiinflamatorias, digestivas y cicatrizantes. Buen complemento alimenticio. Rica en minerales, y por ello previene la anemia, favorece la digestión y es antiséptica. Se recomienda consumir en el desayuno.
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- Miel de Ulmo: tiene sabor a almendra amarga. Por su cristalización, resulta fresca en la boca. Puede ser clara o extra clara, dependiendo de su producción. Tiene propiedades bactericidas, fungicidas, antivirales y balsámicas. También es útil para tratar afecciones de la piel, heridas y hongos.
- Miel de Tiaca: procede del sur de Chile. Presenta una textura suave y una cristalización muy fina. Tiene gusto a frutas frescas y aroma a menta.
- Miel de Quillay: procede de la flor de Quilay, que se encuentra en Perú, Chile, Argentina y Bolivia. Tiene propiedades astringentes, beneficiosas para la piel. Tiene un uso externo, no de ingesta. Muy utilizada para preparados cosméticos.
- Miel de Acacia: de color ámbar, muy líquida. Procede de la misma flor de acacia. Tiene efectos laxantes, que combaten el estreñimiento.
- Miel de Manuca: procedente de Australia y Nueva Zelanda. Funciona como antibiótico natural, para tratar problemas del aparato respiratorio y digestivo. También combate catarros, bronquitis, resfriados, úlceras de estómago o duodeno. Como tiene propiedades antibacterianas, se utiliza en quemaduras, cortes, afecciones de la boca (usándola como enjuague bucal).
Propiedades de la Miel
La miel presenta muchísimas propiedades terapéuticas, y por ello resulta un auténtico remedio natural, capaz de combatir diversas afecciones. Algunas de sus propiedades son:
- Antiinflamatoria y emoliente: la miel es un remedio eficaz para el tratamiento de dermatitis seborreica y caspa, que son las principales causa de la pérdida del cabello. También, usándola externamente, es buena para combatir las hemorroides.
- Bactericida, antiséptico y cicatrizante: posee un gran poder antibiótico y cicatrizante, por es utilizada para el tratamiento de heridas, quemaduras y úlceras. Al aplicarla sobre una herida, la glucosa oxidasa produce localmente una liberación de peróxido de hidrógeno (agua oxigenada), con una acción antiséptica. Además, estimula la división y el crecimiento de las células, favoreciendo la cicatrización.
- Tonificante: la miel aporta azúcares simples, como la glucosa y la fructosa, que pasan rápidamente a la sangre, ya que se absorben con mucha facilidad. Además, tiene otras propiedades con valor biológico, como antioxidantes, flavonoides, carotenoides, fenoles, enzimas y más.
- Digestiva y laxante: la miel favorece el proceso de digestión gastrointestinal y también es eficaz en casos de estreñimiento. Normaliza la acidez y la secreción del jugo gástrico.
- Relajante e inductora del sueño: tiene un efecto tonificante sobre el organismo en general, pero también posee propiedades relajantes, sedantes e inductoras del sueño, ya que favorece la absorción de triptófano, un precursor de la serotonina, sustancia química reguladora del estado de ánimo. Por estas razones, se recomienda en la dieta habitual de personas con insomnio crónico.
- Expectorante y antitusivo: la miel es buena para los casos de sinusitis, irritaciones de garganta y procesos bronquiales simples. Al mezclarla con avellana, también resulta un buen remedio para la tos crónica y favorece la expectoración.
- Antioxidante: los compuestos polifenólicos, como los flavonoides, los carotenoides, los aminoácidos, los minerales y las vitaminas C y E hacen que la miel presente fuertes propiedades antioxidantes.
- Mineralizante: mejora la absorción de otros nutrientes, como el calcio o el hierro. Contribuye entonces al mantenimiento de la masa ósea.
- Prebiótica: la miel se considera un alimento prebiótico por su contenido en oligosacáridos y azúcares de cadena media, como la melecitosa, la maltotriosa y la rafinosa, que estimulan el crecimiento y la actividad de especies de bifidobacterias, que habitan en el colon humano y constituyen la microflora intestinal saludable.
Ya conoces los tipos de miel; como verás, son muchísimos. Sus propiedades también son extensas. Puedes atacar diferentes malestares de tu cuerpo, o prevenirlos, consumiendo el tipo de miel más adecuado. En nuestra tienda online encontrarás excelentes calidades de mieles, puedes adquirirlas de manera sencilla y rápida. Disfruta de su sabor y calidad, y de distintos tipos, miel de brezo, miel con nueces, miel de eucalipto...
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