Alciturrianos, un dulce tradicional de Santander desde 1950

El potencial de la memoria nuestra es grandísimo, ¿Quién no tiene una anécdota que contar cuándo se encuentra con un sabor o un olor que nos recuerda a algo con mucho cariño dentro de nuestra cabeza?.

Y como si fuera un rayo nuestra memoria nos traslada y nos recuerda aquel momento cuando lo probamos o aquella época, de forma fulminante. Todos tenemos en nuestra memoria rayos que nos trasladan en el tiempo, y hoy vamos a viajar 60 años atrás.

La historia de los alciturrianos es una historia con más de 68 años de trabajo recorrido, de tradición y de calidad. Muchos años en el mercado endulzando generaciones para un producto tradicional que se dice rápido pero qué cuesta mucho mantenerlo. Hoy muchos ya conoceréis el producto del que os estamos hablando si sois de aquella generación, por allá de los años 50 donde una pastelería familiar nació en pleno Santander, una pastelería llamada Alciturri abrió en 1950 en la calle Peña Herbosa, una de las calles más céntricas de Santander, pues seguro que a vuestra memoria vendrán los alciturrianos un producto que se hizo un hueco especial entre todos los jóvenes de la época.

Nos encantan estas maravillas, un producto que lleva tantos años sobreviviendo a multitud de situaciones, un producto artesano que si tuviera que contarnos historias seguramente nos dejaría horas y horas con la boca abierta porque estos alciturrianos han vivido mucho y nos podrían hablar de los años 60 y la modernización de la ciudad con los cambios en el frente marítimo, del cambio de Santander a capital oficial de Cantabria, de los campos de Sport del Sardinero pero también nos podrían sorprender como vivieron las canciones ganadoras de eurovisión 1968 y 1969 porque los alciturrianos han estado en nuestras vidas durante muchos años.

Ahora gracias a la nueva generación Victor Alciturri sigue creando estas maravillosas pastas y podemos seguir disfrutando de estos excelentes dulces tradicionales. Esta es una historia como muchas otras que podemos encontrar todavía a lo largo y ancho del país, los dulces artesanales alciturrianos, a los que nos estamos refiriendo en esta ocasión, nacieron en una pastelería, la confitería de toda la vida, este despacho de experiencias, fantasías y grandes recuerdos que podemos encontrar en nuestros barrios y calles de toda la vida,  como muchos otros dulces artesanales que cada uno tendremos en nuestras ciudades.

A frente de esta gran labor sigue Víctor elaborando este dulce de manera totalmente artesanal, obrador a las afueras de Santander en el cual preparando la masa de harina de trigo, manteca de cerdo, azúcar, almendra y canela y amasando de forma manual con sus manos y una pequeña ayuda mecánica prepara y elabora los dulces de tamaño rectangular con un sabor genuino, delicioso e inconfundible.

Como siempre ocurre en todos esos productos artesanales son productos que no llevan conservantes por lo tanto las caducidades son muy bajas pero lo que conlleva es que estamos ante un producto artesanal, un producto de toda la vida, un producto de inigualables sabores y calidad, lo cual no quiere decir que no porque tenga menos caducidad pensemos que es un producto que lleva mucho tiempo parado, si no que estamos ante un producto como los de siempre, un producto tal cual, sin más, sin conservantes, es lo que es y sabe a lo que sabe y esperemos que lo disfrutéis tanto como lo hemos disfrutado nosotros

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