Los Dulces típicos españoles más representativos

Sabores, olores y colores con los dulces típicos españoles

 Los ingredientes dulces que combinan los postres llegan a ser adictivos para las personas. Y no es para menos, un buen postre después de la comida es un placer inexplicable. Helados, pasteles, Pan, merengue, caramelos y toda la variedad está disponible en los locales especializados para su venta.

Pero lejos de hacer una promoción a los postres en general, me gustaría dar un paseo por aquellos dulces y preparaciones que sólo se hacen (o al menos se desarrollan) en España. Después de leer estos párrafos seguramente se te antojará alguno, pero recuerda que todo tiene que ser disfrutado con medida.

¿Qué hay en Madrid para los amantes de los dulces?

Empecé con la ciudad de Madrid porque es el punto de encuentro de muchas personas que llegan a España. Esta ciudad cosmopolita cuenta con un par de postres nativos que han traspasado fronteras. De hecho, forman parte de la cultura popular, por lo que es muy común degustarlo con familias nativas.

El primero de ellos es el Chocolate con churros. Los churros son tiras de harina fritas, que se acompañan con azúcar o canela y que tienen un sabor crujiente. Lo común es degustarlo con chocolate caliente amargo, que le da el contraste y el equilibrio de sabores. Un buen desayuno o una espectacular merienda.

Pero también existen las llamadas Torrijas, un clásico en las calles madrileñas. Es una rebanada de pan que se empapa con leche o vino. Después de algunos días es rebozada con huevo y frita en aceite. El producto final es perfumado con canela o licor, además de ser endulzado con miel, aunque también se ven variables con azúcar común y Almíbar.

¿Se te antoja una tarta?

Hay que tener en cuenta que España tiene una tradición muy grande en cuanto a repostería se refiere. Muchas de las recetas de tartas más conocidas tienen una historia particular, por lo que se convierten en algunos de los mejores dulces típicos de la región. ¿Cuáles son los más espectaculares aquí?

La primera de ellas es la Tarta de Santiago, creada en Galicia. Es famosa por su relleno, que consiste en almendras molidas y un toque de huevo y azúcar. Pero el sello personal de esta receta es en la parte de afuera o exterior. Se decora con polvo de azúcar, donde se le coloca la cruz de San James, típica de la región.

Otra tarta que hay que tener en cuenta es el denominado Milhojas, que ha sufrido cambios en su preparación gracias a la internacionalización del platillo. La cubierta es un pan un poco más seco y hasta crujiente, pero es acompañado con un glaseado y con chocolate. Cuenta además con adornos de frutos rojos.

El Brazo de gitano no es propiamente una tarta, pero en muchos lados la listan junto a las anteriores. Este postre típico de Huesca es una masa horneada, que se rellena con nata o chocolate, dependiendo de la región. Se decora con azúcar glas y es acompañado con bebidas calientes, como café o chocolate.

Los dulces fritos que más se te antojan

Lejos de las preparaciones horneadas, en España existen algunos postres fritos que han traspasado fronteras. Lo mejor de los siguientes 2 que te quiero mostrar es que se pueden comerse y degustarse en toda la región ibérica, pero también son preparados en países latinoamericanos como México. 

Las rosquillas son el primero de ellos, uno de los dulces típicos que siempre están presentes en panaderías y cafés de la región. Son pequeños aros de masa que son fritos con aceite hasta lograr una consistencia suave por dentro pero crujiente por fuera. La decoración en indistinta, pero en España es común comerla sólo con azúcar.

Pero si quieres algo que no sea tan ‘’vendido’’ fuera de España, está esta opción. Los buñuelos son pequeñas bolitas que se elaboran con harina, leche y huevo. Se fríen en un sartén con mucho aceite y tienen la consistencia muy parecida a la de una dona. Lo mejor es que estos pasteles pueden ser rellenos con chocolate, mermeladas, azúcar o hasta crema pastelera. Una delicia.

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Dulces en las festividades españolas

Esta última parte del texto me gustaría dedicarla a los dulces típicos que se pueden degustar en diversas festividades. Son muy variados, pero todos tienen algo en común: Su sabor no lo encontrarás en otro lado. Aunque son endémicos de una fecha, esto no quiere decir que no puedas comerlos en otras épocas del año.

Un ejemplo concreto es el denominado ‘’Huesos de Santo’’. Aunque es endémico de Madrid, es un dulce que se degusta el primero de noviembre, día de Todos los Santos. Es elaborado con mazapán, que se alarga y se le da forma de ‘’hueso’’ Son rellenos con dulce de yema, aunque hay recetas menos tradicionales como chocolate o fresa.

En las regiones de Cataluña, Valencia, Aragón o Baleares se tiene un dulce que se degusta en día de todos los santos. Los Panellets son una masa hecha de azúcar, sazonada con almendra cruda y huevo, que le da una textura esponjosa. Son de tacto más pegajoso, ya que se cubren de clara de huevo y una capa de piñones.

Las navidades españolas están adornadas por las Alfajores, pequeños dulces con un sabor muy bueno. Es una masa galletosa que es acompañado de miel, avellanas, pan rallado, canela. Es perfumado con clavo molido para darle ese toque amargo e ideal para degustar después de la cena.

Por último, pero no menos importante, se encuentra el dulce típico más antiguo de la lista: El dulce de membrillo. Sus primeras recetas datan del siglo Xii y puede ser degustado en toda la región ibérica. Se realiza con pulpa de membrillo y una generosa cantidad de azúcar, que cuaja hasta encontrar esa textura típica. Un dulce de exportación.